martes, 27 de agosto de 2013

CAPÍTULO 21

Dos meses después

Marcus

“Un sobrio Marcus Hardy, creo que mis ojos me engañan,” dijo Dewayne arrastrando las palabras mientras sacaba una silla y me sentaba al lado de Rock en la mesa que habíamos conseguido para escuchar a Jackdown.
“Él acaba de llegar, es temprano todavía. Dale tiempo,” intervino Preston cuando llegaba con una chica.
Él le lamió la oreja, este era el comportamiento habitual de Preston. Los turistas no paraban de llegar y había carne fresca por todas partes. Preston tendría a las mejores chicas durante los próximos tres meses.
“No voy a beber esta noche. No he ido a las clases este semestre antes de suspenderlas, así que me imagino que ya es hora de recuperar la sobriedad con unos cursos de verano.”
Rock me dio unas palmaditas en la espalda.
“Ahí está el viejo Marcus que conocemos y queremos, sabía que estaba en alguna parte. Me alegro de que hayas vuelto.”
No lo miro, porque no estaba de vuelta, dentro de mí estaba muerto. El viejo Marcus había sido completamente destruido para no volver jamás.
“Hermano sonríe, hay chicas escasamente vestidas bastante calientes merodeando por este lugar, y lo único que quieren es pasar una buena noche. Estamos en el cielo,” dijo Preston sonriendo como un niño en una tienda de dulces.
“Me estoy haciendo viejo, necesito un descanso de ellas también,” dije y rechacé la cerveza que la camarera me ofreció.
Tenía una botella de agua, tenía que beber mucha para limpiar todo el alcohol que había tomado.
“¿Descanso? Lo que sea hombre,” respondió Dewayne con incredulidad en su voz.
“Pensé que te ibas a ese viaje de carretera con…” Rock hizo una pausa y me miró.
“Se puede decir su nombre. No soy idiota y no me importa. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me importa?”
“Vale, para el viaje por carretera que hablabas con Cage. ¿Vas a pasar?”
Preston se encogió de hombros.
“No lo sé. Cage creo que no va a ir, está un poco cambiado últimamente.”

Se calló y yo podía sentir la tensión. Estaban tan preocupados de que al decir el nombre de Willow me iba a enfadar. Estaba más allá de eso. Claro que me había vuelto reacio a escuchar su nombre o algo que tuviera que ver con ello durante un tiempo, pero eso ya había pasado. Estaba completamente dormido cuando se refería a ella.
Me recosté en la silla y vi como el mar de gente bailaba, nadie me llamaba la atención, nadie se levantaba para mí. Estaba aturdido… Era insensible a la vida, ella me había estropeado por completo, pero sobreviví y ahora era mejor. No iba a ser un descerebrado más y ninguna mujer me iba a controlar más.

“Eh tío, Marcus, ¿seguro que estás bien con Willow y esas cosas ahora?”, me preguntó Dewayne.
Lo miré. ¿Por qué tenía que seguir diciendo su nombre y sacar el tema?
“Sí.”
Él asintió.
“Bueno, porque ella acaba de entrar mirando como una diosa maldita.”

Yo no la había visto desde que me había ido de la casa nueva de mi padre. Le había evitado a toda costa y ella había hecho lo mismo. Ella no había venido ni una sola a este sitio. Traté de no mirarla, me dije a mí mismo que me importaba una mierda, pero era débil y volví la cabeza hacia la puerta.
Ella había perdido peso y tenía el pelo más largo, llevaba puesto un vestido nuevo que se adhería a sus curvas. Estaba impresionante y estaba envuelta en los brazos de Cage York.
Había oído que él ya no salía mucho, era por Willow. Me decía a mí mismo que solo eran amigos, pero el brillo posesivo en sus ojos mientras la atraía a su lado me dijo que no. Quería mirar hacia otro lado, y no quería que me importara.
Ella era una mentirosa, estaban cortadas por el mismo patrón, era igual que su hermana puta. Yo intentaba convencerme de ello, aunque nunca parecía creíble, a pesar de que la había visto allí. Había tantas cosas que sabía de ella que no eran iguales que las de su hermana. Veía como ella miraba nerviosamente a Cage mientras hablaba, era su red de seguridad.
Al igual que él había predicho, yo la había dejado y ella había ido corriendo a Cage, pero ella no se había mantenido al margen y había mentido a  Cage. Ella no había visto a su hermana. Ella había reclamado mi amor después de que su hermana casi destruyera a mi madre, a mi hermana y a mí.
Cage se inclinó sobre ella y le susurró al oído, y ella sonrío. Luego volvió la cabeza y sus ojos se encontraron con los míos. Su sonrisa se desvaneció y se quedó inmóvil. Se llevó la mano para agarrar la de Cage como si necesitara protección y la rabia se encendió en mí. Ella no me iba a destruir de nuevo, era mi turno. Me levanté y agarré a la morena borracha que había en el regazo de Preston.

“Vamos nena, baila conmigo.”

No esperé la reacción de Low. Mi pareja de baile se aferró a mí, obviamente contenta con este giro de los acontecimientos. Cerré mis sentimientos y emociones, le di la vuelta a la chica y me puse a bailar. Cogí su culo apenas cubierto, ronroneó y me apreté más cerca suya.
Me muestro a Low, ¿Ella quería fliparse con Cage? Bueno nena, pues yo también sé. Los brazos de la chica corrieron por mi pecho y se entrelazaron alrededor de mi cuello. Yo sonreí, centrándome en su cara y haciendo todo lo que podía para acordarme de la imagen de Willow enfadada.

“Muy bien hombre, has conseguido lo que querías. Se dio la vuelta y se fue. Enhorabuena, ahora devuélveme a mi cita,” dijo Preston, cogiendo a la morena.

Ni siquiera me gustaba… Miré de nuevo a la puerta, Willow se había ido.


Willow

Cage entró en la sala de estar con un gran bol de palomitas y dos refrescos, yo había dejado de beber Jarritos, me recordaban demasiado a Marcus. Aparté la manta para dejar que Cage se pusiera debajo. Una vez que se puso nos tapamos, puso el bol en su regazo y me entregó una lata de refresco.

“Estoy de acuerdo con esta mierda de película para chicas sólo por esta noche, pero la próxima película va a ser de sangre y acción. ¿Entiendes?”
Me reí y asentí. Cage era más que maravilloso.
“Pinky promesa,” dije extendiendo el meñique.
Cage miró mi dedo y luego a mí con una sonrisa pícara antes de metérselo en la boca y chuparlo.
“Cage,” chillé.
“No me apuntes con tus preciosas partes del cuerpo si no las chuparé,” respondió con un guiño.

Yo no lo había hecho en estos dos meses con Cage. Mi pecho aún dolía y mis ataques de ansiedad volvían con mucha fuerza, pero estaba mejor. Bueno, hasta que Cage me había llevado esta noche allí, yo pensaba que estaba bien, pero Marcus estaba allí. Me miró y yo había pensado por un momento que estaba bien y aliviada, pero cuando cogió a una chica y empezó a bailar con ella no me sentí tan bien. Él me estaba enviando un mensaje y lo recibí alto y claro. Cage me había cogido y sacado de allí tan rápido que no tuve tiempo para desmoronarme.

“Come, las he cargado con mantequilla y sal. Lo estás haciendo mejor, pero tienes que coger peso. No quiero una recaída después de esta noche.”
Metí la mano en el recipiente y cogí un puñado grande de palomitas de maíz y me lo metí en la boca. Cage rio entre dientes.
“Increíble.”

Mastiqué, me acosté en el costado de Cage y me centré en la película. Si no me concentraba acabaría pensando en todas las veces que había estado con Marcus en este sofá. ¿Cuántas veces lo había visto dormido aquí? Parece que había pasado mucho tiempo… parecía como si esa parte de mi vida fuese un sueño. Esta noche me di cuenta de que no era así, de que era real, y al igual que antes, la persona que amaba me había abandonado.
Estiré la mano y agarré la camisa de Cage con fuerza, necesitaba saber que estaba aquí y de que no me había dejado. No cuando lo había perdido y estaba destrozada, no cuando los ataques de pánico habían vuelto. Se había quedado y había renunciado a sus salidas nocturnas para poder cuidar de mí.
Él era mi familia, él era todo lo que tenía. Perdí a Larissa que era lo que me dolía, pero no podía ir allí de nuevo. Los recuerdos unidos a esa casa eran demasiado dolorosos. Cuando yo estuviera bien iba a ir a ver a mi sobrina, iba a aprender a aceptar lo que mi hermana había hecho y a aceptar a Jefferson Hardy como el padre de Larissa.

“A él todavía le importas.”
Las palabras de Cage me sobresaltaron.
“¿Qué?” le pregunté mirándole.
“A Marcus, estaba preocupado Low. Lo vi en sus ojos. Lo que hizo esta noche fue una mierda, pero fue su mecanismo de defensa.”
Yo negué con la cabeza y cerré los ojos. No quería oír eso, ahora no.
“No Cage, no lo hagas. Él me odia, siempre será así.”
Cage chasqueó la lengua.
“Hay una línea pequeña, bebé. Una delgada línea entre el amor y el odio.”
“No, no la haya.”
Cage me metió el pelo que quedaba libre de mi trenza detrás de la oreja.
“Low, si un hombre no se enamora de ti y tú no lo amas simplemente tíralo a la basura. Eres muy especial. Después de haber sido amado por ti, no puede olvidarte por completo. Está obsesionado. Apostaría lo que sea.”
Cage me amaba, pensaba que yo era perfecta. Él era el hermano que toda chica merecía. Volví la cabeza y lo besé en el pecho.
“Gracias. Sé que realmente crees eso, y te amo por eso, pero te equivocas.”
“¿No te has dado cuenta a estas alturas que yo nunca me equivoco?”

Me reí y cogí otro puñado de palomitas de maíz. Estaba a salvo aquí en este momento, no quería pensar en nada más.

3 comentarios:

  1. perdona cuanto tardas en pubicar un capitulo y cuantos capitulos son ?

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  2. Como mucho una semana, es que estoy con las recuperaciones de Septiembre...
    A partir del Miércoles subiré cada dos días como mucho.
    Son 27 capítulos en total, queda ya poquito.

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  3. muchisimas gracias :3 me parece genial lo que estas haciendo me moria de ganas por leerme este libro

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