miércoles, 24 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 26

Preston

Cuando bajé esta mañana para el desayuno, vi a Amanda del brazo de Jason Stone. Su hermano y Sadie White estaban con ella. Se me quitó el apetito.
Tenía que controlar mis emociones. Las había estado manteniendo a raya hasta que la vi anoche. Había tratado de hablar conmigo y había estado grosero. Yo mismo me había protegido.
Me gustaría ir a hablar con Marcus, él me haría sentir mejor. Me dirigí hacia el ascensor cuando se abrió y salió Marcus. Parecía que estaba en pánico.

"¿Has visto a Low?" me preguntó,mirando más allá de mí.
"No, no la he visto. ¿Por qué?"
Marcus maldijo y apretó los dientes.
"Porque no sé dónde está. Tuvimos una discusión y pensé que estábamos bien. Luego me fui a buscarla y no estaba en su habitación. He llamado a mamá y ella no está en la casa de la playa. No la encuentro."
Probablemente esté en alguna parte dándose un respiro.
"Cálmate, amigo. No se va a ir a ninguna parte, seguro que está por aquí. Sólo que estará nerviosa por la boda."
Marcus respiró hondo y asintió.
“Sí, tienes razón. La encontraré.”

Se quitó de la puerta principal. No le seguí. En cambio, me dirigí de nuevo a mi habitación.
Me detuve frente a la puerta en la que había visto entrar a Cage anoche, podía hablar con él. Necesitaba hablar con alguien.
Llamé a la puerta y me abrió Eva con una bata, parecía que acababa de levantarse.

"Hola, Eva, lo siento si te he despertado," le dije, y entré en la habitación antes de que ella pudiera darme la espalda. Me estaba quedando sin amigos con los que poder hablar. Cage era mi último recurso.
"¿Preston?" respondió ella. Sonaba más como una pregunta.
"Ella está aquí. Quiero decir, sabía que iba a estar, pero me jode verla con él. ¿Qué demonios ve en él? Es un idiota."
Me acerqué a la silla y la agarré con fuerza. Quería golpear algo, cualquier cosa.
"¿Quién es ella?" preguntó Eva.
"¿Dónde está Cage?" le pregunté. No estaba aquí para hablar con ella. Necesitaba un chico para despotricar con él.
"No lo sé," dijo con tristeza.
¿Qué demonios significaba eso?
"¿Se acaba de ir?"
"Él ya se había ido cuando me desperté," respondió ella.
Low no estaba y Cage tampoco.
"Mierda. Marcus tampoco encuentra a Low," le dije. No quería asumir nada, pero esa es la verdad.
La puerta se abrió y entró Cage. Sus ojos se abrieron como platos, se enfadó y miró de su novia a mí, y sabía que estaba pensando en otra cosa.
"¿Qué demonios estás haciendo con mi chica en mi habitación de hotel?" preguntó Cage con una voz fría.
"He venido a buscarte. No estoy aquí para hacer una obra de teatro para Eva," le respondí, molesto de que estaba actuando de la misma manera que lo haría yo.
Cage se acercó a Eva, quien se alejó de él.
"Hablaré contigo más tarde. Ya tienes tus propios problemas," le dije y me dirigí hacia la puerta.


Amanda

El desayuno con Sadie fue agradable. La echaba de menos. Verla de nuevo habría hecho este día perfecto, si no fuera por el hecho de que mi corazón estaba roto y que cada vez que veía el rostro de Preston se rompía cada vez más.
Las fotos de la boda iban a empezar enseguida. Tenía que ponerme el vestido de dama de honor y arreglarme el pelo.
Empecé a caminar hacia las escaleras, donde sabía que estaba Willow haciendo las cosas con el director de la boda, cuando vi el pelo rubio de Preston en la playa. Estaba solo. Tenía las manos metidas en los bolsillos y estaba observando las olas que rompían en la orilla.
Me quité los tacones y me dirigí hacia allí.
Sabía que no me podía oír porque había mucho ruido con las olas y el viento.

"¿Estás aquí escondido?" le pregunté cuando estaba lo suficientemente cerca para que me oyera.
Sus hombros se tensaron. Esa fue la única pista que tenía de que me había escuchado.
"¿Así es como vamos a estar? ¿No podemos ni ser amigos?"
Los hombros de Preston se levantaron y cayeron mientras suspiraba.
"No puedo ser tu amigo, Manda."
"¿Por qué? Yo no he hecho nada malo, lo hiciste tú. Si puedo perdonarte, ¿por qué tú no puedes? ¿Por qué tienes que odiarme tanto que no puedes soportar estar cerca de mí?"
Preston volvió la cabeza para mirarme.
"¿Te odio? ¿Crees que te odio?"
Me encogí de hombros. Sí, eso era lo que pensaba. Él actuaba como tal.
"No te odio, Manda. Nunca podría odiarte."
"Entonces, ¿por qué me tratas de esta manera? ¿Por qué no puedes ni mirarme? ¿O hablarme? No te estoy preguntando..."

Preston me agarró y golpeó su boca contra la mí violentamente. Su lengua se hundió en mi boca, envolviendo la mía mientras sus manos agarraban mi culo y me tiraba con fuerza contra su cuerpo. Apenas había tenido tiempo de responder, cuando él se quitó. Abrí los ojos, y vi que estaba respirando con dificultad.

"Es por eso que estoy actuando así. Porque cada vez que te tengo cerca, quiero agarrarte y aferrarme tan malditamente a ti. Quiero besarte hasta que se me olvide el hijo de puta que soy, pero no puedo. Tú no quieres eso y estoy tratando de dejarte."
No me odiaba, me necesitaba, pero no me quería. ¿Podría vivir sin amor? Yo quería lo que tenían Marcus y Willow, pero también quería a Preston. ¿Quería dejar atrás mi cuento de hadas para tener lo que tenía con Preston?

"Te presentas aquí con él," gruñó. "¿Cómo coño quieres que maneje eso? Todo lo que puedo pensar es, ¿te ha tocado? Me está matando. Literalmente me está consumiendo por dentro, el saber que te puede haber tocado donde sólo yo te he tocado. Los lugares que eran míos. ¡Míos! Pero la cagué y los perdí."

Di dos pasos, cerrando la distancia que había entre nosotros. Había tomado una decisión. Preston no era como mi hermano. Él nunca había tenido amor. ¿Cómo esperaba que supiera amar si nadie le había enseñado? Marcus podía amar fácilmente, le habían amado durante toda la vida. Le enseñaría a Preston cómo amar. Tal vez algún día él también me amara. Sólo necesitaba a alguien que le enseñase. Algo que no se basa en mentiras. Le quería más que a mi fantasía de lo que pensaba que era el romance. Nunca sería feliz con nadie más que él.
Me acerqué y le puse la mano sobre el corazón. Su pectoral saltó debajo de mi mano.

"No estoy saliendo con Jason, sólo somos amigos. Ni siquiera le he dado un beso. Él sabe que mi corazón no está disponible. Se lo he explicado y está de acuerdo. No está buscando nada más conmigo. Este fin de semana sabía que iba a ser difícil para mí, así que vino para ayudarme. Nada más."
Preston estaba respirando con dificultad.
"¿No te ha tocado? Porque sé que te abraza demasiado fuerte."
Sonreí y negué con la cabeza.
"Me ha abrazado dos veces. Eso es todo."
"Él tiene dinero y es famoso, tiene ese maldito jet. ¿Por qué no le quieres?"
Le froté el pulgar por encima del corazón.
"Porque te quiero a ti."
La máscara dura de su cara se desvaneció y sus ojos brillaron con emoción.
"¿Cómo? ¿Por qué?" me preguntó, mientras ponía mi mano en la suya. "No me lo merezco."
"No estoy de acuerdo. Eres especial, Preston Drake. Creo que estoy enamorada de ti desde que cumplí 16 años y viniste a mi fiesta de cumpleaños en la playa con Marcus. Me guiñaste un ojo y me llamaste bonita. A partir de ese momento, estaba fascinada por ti. A medida que crecía, te necesitaba. Ahora que te tengo, me doy cuenta de que estoy enamorada de ti."
Preston deslizó su otra mano alrededor de mi cintura y la apoyó contra mi espalda.
"La noche que te fuiste y que sabías la verdad, no hubo más mentiras entre nosotros, y me di cuenta de que esta loca, salvaje e intensa sensación que sentía por ti era amor. Nunca lo había sentido antes. Quería a mis hermanos, pero nada como esta emoción fuera de control. Había tenido miedo de decírtelo porque a lo mejor te pensabas que te lo decía sólo para no perderte. Te mentí porque sabía que me dejarías si te enterabas. No quiero perderte."
Mi respiración se detuvo y creo que mi corazón también.
"¿Me quieres?"
Él sonrió y bajó la cabeza hasta que sus labios estuvieron encima de los míos.
"Te quiero loca y salvajemente. Siempre lo haré. Nadie más puede hacerme sentir de esta manera."

Presioné mis labios contra los suyos y envolví mis brazos alrededor de su cuello. Me cogió con las dos manos y envolví mis piernas alrededor de él mientras lo besaba con toda la emoción que podía. Sus manos se deslizaron debajo de mi vestido y me cogió el culo para poder sostenerme.

"Vamos, chicos. ¿En serio? Es el día de mi boda. ¿Podéis parar?" La voz de Marcus se escuchaba poco con el viento, y lo vimos a unos metros de distancia sonriendo.
"Es difícil de resistir," le dijo Preston.
"Bueno, inténtalo. Por favor. Todo el mundo se está preparando dentro. Tenemos al padrino y a la dama de honor. Espero que os portéis bien durante las fotos de boda, os lo agradecería."
Preston se echó a reír y me puso de nuevo en la arena.
"¿Supongo que no me vas a pegar, no?"
Marcus negó con la cabeza.
"No, porque los dos estábais de mal humor, e iba a golpear tu cara en cualquier momento."
"Supongo que has encontrado a la novia," le dijo Preston.
¿Qué significaba eso? ¿La había perdido?
Marcus se encogió de hombros.
"Sí, ella había ido a comer patatas fritas."
"¿Patatas fritas?" Preguntamos los dos al unísono.
Marcus puso los ojos en blanco.
"Sí, patatas fritas. Es una de las cosas de Cage y Low con las que todavía estoy aprendiendo a lidiar."
Preston me apretó el trasero y luego lo acarició.
"Ve con tu hermano. Yo me quedo atrás. No es el momento para hacer frente a la reacción de tu madre."

Me había olvidado de ella. Mierda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario