miércoles, 23 de abril de 2014

CAPÍTULO 3

Preston

Había ignorado las pocas llamadas de Rock después de haberme ido corriendo de allí. No podía explicarlo. Mantenerme tan cerca de Amanda y no suplicarle de rodillas que me perdonase por lo gilipollas que había sido habría sido imposible. Odiaba verla sufrir. Odiaba hacerla sufrir. Yo era un imbécil, pero no podía dejar que se me acercase. Ella era muy dulce e inocente.
Mientras cerraba la puerta de mi Jeep, tomé una respiración profunda antes de dirigirme hacia el apartamento. La música ya se escuchaba, y el estacionamiento se estaba llenando. Había llegado un poco temprano para darle un poco de dinero a Rock por haberlo dejado en la estacada antes.
Antes de llegar a la puerta, ésta se abrió y salió Rock. Parecía más preocupado que enfadado. Mierda.

"¿Estás bien?" fueron las primeras palabras que salieron de su boca.
Metí la mano en mi bolsillo trasero y saqué un par de billetes.
"Toma esto, es mi parte de la fiesta. Tenía algo que hacer y por eso me tuve que ir."
Rock extendió la mano y lo cogió, pero no se lo guardó en el bolsillo. Lo sostuvo entre sus dedos.
"¿La cagaste y no puedes salir de ahí?"
¿Qué? Espera... ¿Se refería a las drogas?
"Uh, no."
Las cejas de Rock se bajaron, y señaló el dinero que le había dado.
"Entonces, ¿de dónde diablos sacas el dinero que nunca se acaba? Porque sé de dónde vienes muchacho, y no es una herencia."
Esta no era la primera vez que había esquivado la pregunta, pero era la primera vez que había tenido que tratar con él sobrio.
"No se trata de drogas, Rock. Cógelo y métete el dinero en el bolsillo."
Rock movió los pies, pero no se fue.
"Sabes que si necesitas ayuda para salir de algo, me tienes aquí. ¿De acuerdo?"

Es él único que me ayudó desde que éramos pequeños. También fue el único amigo que vino a mi caravana. Mi madre ese día lanzó los pocos platos que teníamos en la cocina cuando llegamos, porque me había olvidado de recoger sus botellas vacías de whisky y tirar la basura la noche anterior. Todavía podía ver la expresión de horror en los ojos de Rock de ese día. Había sido la primera y la última vez que había dejado que alguien se acercara.
Asentí con la cabeza, pasé al lado suyo y me dirigí a la puerta. Me dio una palmada en la espalda al pasar, y yo sabía que estábamos bien.
El sitio tenía un aspecto increíble. Esas bolas de papel colgaban del techo, y se veía bastante bien. Las flores en los floreros y todo rodeado por luces blancas. No estaba todavía lleno, pero sabía que enseguida llegarían todos.
Recorrí la habitación rápidamente para ver si había algún signo de Amanda. Ella no estaba aquí todavía.
Tenía tiempo para tomarme una copa y buscarme una chica para aferrarme a ella antes de que Amanda apareciese.
Había muchísimos camareros en el patio y alrededor de la piscina. Me abrí paso por ahí. El aire fresco y un chupito de Cuervo me vendría bien.

"Tú me abandonaste, debería empujarte a esa piscina," dijo Trisha amenazadoramente mientras caminaba hacia mí.
"Lo sé, lo siento. Le di algo de dinero a Rock para compensar que me había ido corriendo. Me surgió algo y me tuve que ir."
Trisha puso los ojos en blanco.
"Las putas baratas no son una emergencia."

Dejo que ella piensa que me escapé para echar un polvo. Era mejor que la verdad. Me había ido porque Amanda Hardy se había metido tan jodidamente bajo mi piel que no podía pensar con claridad. Ella había sido la única cosa que había tenido en mi cabeza mientras había aliviado un poco de tensión en la ducha antes de salir para la fiesta.

"¡No me empujes! Porque podría desnudarte y empezaría la fiesta," le respondí con un guiño.
"No me sorprendería," respondió ella, y se alejó.

Fui a coger una bebida cuando vi a Dewayne, otro de mis mejores amigos desde la escuela primaria. Rock, Marcus, Dewayne y yo habíamos estado cerca desde el día que no nos habían dejado luchar en el patio de recreo. Se había formado un gran vínculo. Yo necesitaba una familia y ellos se habían convertido en eso.

"Mira quien es, el rey de las chicas," dijo Dewayne. "Me presento para ayudar y tú te vas. Por supuesto, no me sorprendió. Me habría sorprendido más si te hubieras quedado y ayudado durante todo el día."
"Cállate, tú sí que eres un culo perezoso y sé que estuviste aquí durante todo el día," le contesté con una sonrisa, y miré a la joven con esmoquin que había detrás de la barra.
"Necesito un chupito de tequila."
"¿Ya? Maldita sea."

Empecé a responder cuando los ojos de Dewayne se abrieron y dejó escapar un silbido. Le seguí la mirada y casi me tragué la maldita lengua.
Jason era todo lo que no era Preston. Era educado, le gustaba hablar conmigo, me hacía sentir atractiva. No me dijo cosas malas que hacían daño. No escaneaba a la multitud en busca de una mujer para irse con ella. Él estaba conmigo, completamente. Era muy agradable y me gustaba esa sensación.
Entonces, ¿por qué no paro de mirar a Preston? Él no paraba de beber, y ni Marcus ni Low habían llegado todavía.

"¿Quieres algo de beber?" me preguntó Jason. Quité la mirada de Preston y volví de nuevo con mi cita.
"En realidad no, a menos que tú quieras," le contesté. No quería ir a la barra que había enfrente de nosotros, estábamos mejor lejos de Preston.
"¿Ha hecho Trisha todo esto? Ha hecho un trabajo fantástico. Este lugar parece mágico y muy romántico," dijo Sadie con asombro cuando ella se acercó  nosotros.  A Jax lo habían parado en la puerta para que firmara un montón de autógrafos. Necesitaba encontrar a Trisha para que pusiera fin a eso. La mayoría de la gente estaba acostumbrada a ver a Jax por aquí, pero para algunos de los invitados eso era nuevo.
"Sí, estuvo trabajando con esto todo el día. Ella dirigía y nosotros seguíamos," le contesté.
Sadie me agarró del brazo y me tiró cerca de ella.
"Preston no para de mirarte, no parece muy contento. Necesitamos movernos," me susurró.
Estuve de acuerdo.
"Vamos, vamos a la playa para ver lo que hizo Trisha allí. Sé que están tocando música y ahí está la pista de baile."
"Oh, ¡espera! Acaban de llegar Marcus y Low." Dijo Sadie señalando hacia la puerta por la que íbamos a salir.
Estaban hablando con los invitados y teníamos que hablar con ellos antes de escaparnos a la playa.
"Vamos a saludar primero," le contesté, mirando a Jason para ver si estaba de acuerdo con esto.
"Sí, vamos a conocer a tu hermano mayor, así estaré menos nervioso." El tono divertido en su voz no le quitó la expresión seria de sus ojos. Estaba nervioso. Marcus era bastante bueno si le gustaba mi cita. No iba a amenazar a ningún chico o a avergonzarme.
"No te preocupes, te caerá bien. Vamos."
"No la creas, tu apellido es Stone," dijo Jax arrastrando las palabras.
"Oh, ya basta. Sabes que ya ha superado eso. Míralo, está enamorado de Willow," contestó Sadie.

Érase una vez que Marcus había estado loco por Sadie. Así fue cómo la conocí. Pero Jax Stone había sido el único que había podido ganarse el corazón de Sadie, Marcus no tuvo nunca ninguna oportunidad.
Cuando Willow entró en su vida, me alegré mucho por él. Ella era tan hermosa por dentro como por fuera. Habían tenido que superar un gran obstáculo por nuestro padre y la hermana de Willow, pero ellos se querían lo suficiente. Yo también quería eso.

"Seré feliz cuando se case. Tal vez cuando tenga un niño o dos," respondió Jax.

La sonrisa torcida en su cara aseguró que estaba bromeando. Bueno, tal vez fuera un poco de verdad. Jax era muy posesivo con Sadie, no le gustaba que cualquier chico se le acercase demasiado. Y Marcus se había acercado demasiado.
Sadie se rio y lo besó en la mejilla. Gracias a los tacones de aguja que llevaba, no tenía que ponerse de puntillas.

"Me voy a mudar mañana contigo, ¿qué mas quieres?"
Jax levantó una ceja ante su pregunta.
"¿De verdad quieres que te responda delante de todo el mundo?"
Sadie se ruborizó y agachó la cabeza, haciendo que Jax se riera.
"Vamos a ver a Marcus. Estos dos se van a poner más asquerosamente dulces cuanto más tiempo estemos aquí," dijo Jason, alejándose de Sadie y de su hermano.

Marcus y Low estaban de pie bajo las luces blancas que Trisha y yo habíamos colocado antes, las habíamos envuelto alrededor de varias linternas de papel en el centro de la sala principal.
La sonrisa en la cara de Marcus me emocionó, me encantaba verlo tan feliz. Me encantaba que hubiese encontrado a Low. Si alguien se merecía un 'felices para siempre' era mi hermano mayor, de gran corazón.

"¿Estás segura de que no va a darme caña?" me preguntó Jason con la boca cerrada muy cerca de mi oído.
Asentí con la cabeza.
"Sí, estoy segurísima. Vamos."
Como si pudiera escucharlo todo, Marcus levantó los ojos para encontrarse con los míos. Se congeló la sonrisa en su cara durante un momento cuando miró a Jason. Pero la expresión feliz volvió cuando hizo contacto visual con Jason. Al parecer, le gustó.
"No estaba esperando que aparecieras con una cita," me dijo Marcus cuando nos detuvimos frente a él y Low.
"Fue una cosa de última hora. Jason me salvó de venir aquí sola," le expliqué.
"O su hermana aceptó venir conmigo, y yo cogí la oportunidad," le respondió Jason.
Marcus sonrió y asintió con la cabeza.
"Yo haría lo mismo que tú."
Low le tendió la mano a Jason.
"Soy Willow, es muy agradable conocerte. Si tienes la suerte de haber conseguido una cita con Amanda, entonces debes ser un gran tipo."
Jason le dio la mano a Low, entonces me miró con una sonrisa.
"He estado pensando en pedírsela durante mucho tiempo. Esta noche ha sido mi golpe de suerte."

¿En serio? ¿Había estado interesado por mí mucho tiempo? No me esperaba eso. Era Jason Stone, las revistas del corazón y las noticias le amaban.

"Bien, estamos contentos de que estés aquí," le aseguró Willow.
"¿Qué está haciendo?" preguntó Marcus, dando un paso hacia adelante, su atención se dirigó afuera.
"Mierda," gruñó Rock, corriendo hacia la piscina.

Marcus fue tras él. ¿Qué coño estaba pasando?
Entonces vi a Dewayne de pie entre Preston, que estaba apoyado contra la barra con una sonrisa divertida en su cara, y un tipo que estaba gritándole y apuntando sobre el hombre de Dewayne.
Empecé a seguir a Marcus. Algo pasaba. ¿Estaba peleándose Preston? ¿Por qué hacía esto? ¿Y por qué me importa tanto?

"Espera, no salgas fuera, Amanda," me llamó Low cuando empecé a seguir a mi hermano.

Quería ir corriendo para fuera y no hacerle caso, pero dejaría a Jason solo.
Los grandes ojos de Sadie se encontraron con los míos, ya que ella y Jax estaban justo detrás nuestro para dar sus felicitaciones a Marcus y Low.
Tenía que darles a todos ellos una razón por la que quería salir. Necesitaba ver si Preston estaba bien.

"Ahora vuelvo, ellos me necesitan."


Era lo mejor que se me ocurría decir antes de correr detrás de Marcus.

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