sábado, 8 de febrero de 2014

CAPÍTULO 19

Cage

Había llamado a Eva y le había mandado dos mensajes y todavía no me había respondido. El hada invisible había vuelto, pero ya me traía cosas extra como la tarta de chocolate o la tarta de fresa, todo lo que me traía eran un termo con un agua y una toalla fría. Algo estaba mal… pero no podía ir a buscarla y exigirle que me hablase, su padre me habría echado. Aunque preferiría perder mi beca a no tener a Eva. ¿Qué demonios iba a hacer? No quería hablar conmigo…
Nuestra última conversación había sido cuando me trajo el pastel de chocolate. Lo único que se me ocurrió es que había llegado esa señora y estaba ocupada con eso. Aun así… ¿por qué coño no me contestaba a los mensajes?
Tenía que ir a hablar con Wilson de todas formas. Low podría venir a buscarme esta noche en vez de mañana, que era mi día libre, no iba a hacer nada aquí mañana por la mañana. Por mucho que no quisiera irme sin hablar con Eva, quedarme aquí sería volverme completamente loco.
Me puse una camisa limpia, cogí mi mochila y eché un par de cosas. Me dirigí a la casa y vi que todas las luces estaban encendidas… qué extraño. Incluso los focos exteriores iluminaban el patio, el camino de entrada también estaba lleno. ¿Tenían una fiesta?
Me detuve en la puerta y escuché risas y varias voces. La puerta se abrió y me encontré a Jeremy sonriendo.

“Hola, hombre. ¿Qué pasa?”
“Tengo que hablar con Wilson,” le expliqué, mirando detrás de Jeremy por si había cualquier signo de Eva.
“Vamos, entra. Está en la mesa con la familia.”

¿La familia? ¿La familia de quién?
Jeremy me condujo al interior y hacia un pequeño vestíbulo. No podía dejar de pararme varias veces para observar las imágenes de Eva cuando era más joven. Había sido muy guapa toda su vida. Las coletas también habían sido su peinado favorito desde hace mucho tiempo.

“Tenía diez años en esa, le acababan de poner aparato y estaba muy enfadada por eso. Su padre no pudo conseguir que sonriera, por lo que llamó a casa y nos pidió a Josh y a mí que viniésemos. Cuando llegamos allí, Eva estaba sentada con lágrimas contenidas en los ojos y una mueca de enfado en su rostro. Josh se puso de pie detrás del fotógrafo y empezó a hacerle muecas y tonterías.”

Tenía la cabeza inclinada hacia un lado y al fin estaba sonriendo. Mi corazón se encogió pensando en todos los recuerdos como éste, recordándole lo que se estaba perdiendo.
Jeremy empezó a andar de nuevo y le seguí hacia la gran entrada arqueada donde se oían los sonidos de voces y de risas. Los que estaban allí se lo estaban pasando muy bien.

Jeremy intervino por mí. “Mamá, papá, Chad, este es Cage York. Está trabajando para Wilson este verano. Cage, esta es mi familia. Chad es mi primo de Louisiana con el que te dije que me iba a vivir.”

No esperaba una presentación completa. Al parecer, ninguno de ellos lo esperaba. No me concentré en una sola persona. Cuando mis ojos recorrieron la mesa, me di cuenta de que la madre de Jeremy era la señora que había llegado el otro día. Podía entender el miedo de Eva… también era la madre de Josh. No me gustaba pensar en eso.
Cuando mi mirada encontró a Eva, vi que estaba concentrada mirando hacia abajo, jugueteaba nerviosamente con la servilleta. Mierda.

“¿Cage? ¿Hay algún problema?” me preguntó Wilson.
Me obligué a mirarle a él, en lugar de a su hija.
“No quería interrumpir su cena. Sólo venía a preguntarle si no le importa que me vaya esta noche, en vez de mañana.”
Wilson se encogió de hombros y asintió con la cabeza.
“No veo por qué no. Claro chico, puedes irte, te veré el lunes por la mañana.”
“Gracias,” le contesté y giré de nuevo mis ojos a Eva. Ella todavía no había levantado la cabeza, no quería irme de esta manera… “Encantado de conocerlos.”

No esperé una respuesta, me volví y me dirigí a la puerta. Necesitaba un poco de aire fresco y tratar de controlar el pánico que se había instalado en mi pecho. La mosquitera se cerró detrás de mí, pero no me inmuté, seguí caminando.
Metí la mano en mi bolsillo y le envié un mensaje a Low para que viniese esta noche, estaría aquí en una hora. En vez de volverme a mi habitación, me fui a sentarme al columpio que había debajo del roble más grande de toda la propiedad. Pocas veces había visto a nadie por aquí. Estaba oscuro y podía permanecer oculto mientras ponía en orden mis pensamientos.
La madre de Josh había venido para una visita y Eva no había hablado conmigo desde entonces. ¿Qué le había dicho?
Josh tenía una buena familia como todos los estadounidenses. Por el contrario, yo sólo tenía a Low. Mi madre no me había hecho de comer ni me había lavado la ropa. Ni siquiera me había llevado al médico cuando estaba enfermo. Mi hermanastra y yo casi nunca nos hablábamos y lo último que supe de ella es que estaba en la cárcel.
Claro que me encantaría tener una puta familia tan maravillosa para meter a Eva en ella. Si ella pensaba que no era digno ahora, sin saber todo lo malo, entonces no tenía ninguna posibilidad.
Dejé caer la cabeza en mis manos. ¿Por qué me había encariñado con ella? ¿Por qué me importaba alguien que estaba tan fuera de mis posibilidades? Las chicas como Eva no querían mantenerme, ellas querían jugar conmigo durante un tiempo y luego se iban a buscar un novio al que sus padres aprobarían. Yo era el chico de mantenimiento, había aprendido desde pequeño que las mujeres no me siguen.
Algo estaba mal en mí, siempre había sido así. Cuando había encontrado a Low, me aferré a ella y decidí que iba a ser la única chica. Sabía que ella nunca me dejaría… mis cagadas nunca la iban a alejar. Entonces ella había encontrado a Marcus y la había amado de una manera que yo nunca lo haría. Por mucho que la amara nunca la iba a amar como él.
Luego vino Eva, ella me había enseñado que sólo se podía querer a una mujer y eso me había hecho muy feliz. Lo malo era que ella no se quería quedar conmigo, como todas las demás. Durante este tiempo no había conseguido librarme de ella antes de que pudiera entender que no valía la pena quedarse conmigo. Yo quería demasiado, yo esperaba demasiado.
Escuché voces y vi como Eva salía caminando por la puerta delantera con Jeremy y su primo. Podía oír sus risas. Los tres fueron al Jeep, el primo le abrió la puerta y le susurró algo al oído antes de ayudarla a que se subiera. Sentía que el dolor se extendía a través de mí.
Jeremy se subió detrás y su primo se sentó en el asiento del copiloto. Eva se iba… yo sólo había sido una distracción. Mis ojos ardían y odiaba llorar, significaba debilidad. Al diablo, no iba a llorar. No lloré. Sabía lo que se sentía cuando le rogabas a alguien a quien querías.
Mi padre me había insultado desde que tenía cinco años, cuando era adolescente me rebelé contra mi madre por la vida que me había trasmitido. Había decidido que si no valía nada, entonces no tendría que vivir de acuerdo con las reglas de nadie. Haría mis propias reglas.


Eva

Mi teléfono sonó y lo cogí esperando que fuese Cage. No había vuelto todavía y era martes. Mi padre no parecía preocupado y me daba miedo preguntare por él. No podía mostrar ningún interés por Cage… pero necesitaba saber dónde estaba.
Había dejado de mandarme mensajes desde la noche del sábado, tampoco me había llamado y yo lo había ignorado, tenía que hacerlo, estaba tan confusa…
El mensaje era de Chad, habíamos ido a bailar después de que Cage se fuese. Mi padre y Elaine habían pensado que era una idea fantástica cuando Jeremy lo sugirió. Se habían puesto todos de acuerdo…
Chad quería saber lo que hacía esta noche. Yo lo único que quería era saber cuándo volvía a Louisiana para que me dejase en paz.
Le había contestado y le había puesto que no hacía nada esta noche, y lo había dejado así.
Miré al granero para ver si de repente aparecía Cage, parecía ansiosa y tenía ganas de vomitar.
¿Habría dimitido? No creo… él tenía su beca.
Miré a mi teléfono y pensé en mandarle un mensaje. Había ignorado sus intentos de tratar de ponerse en contacto conmigo. ¿Me respondería? Tenía que saber algo de él… no podía más.

Yo: ¿Estás bien? ¿Dónde estás?

Sostuve el teléfono en las manos y esperé. El silencio en la sala era ensordecedor, pude escuchar el latido de mi corazón. Con cada segundo que pasaba sin que me respondiese mi estómago se retorcía más, no paraba de pensar en lo que me había dicho Elaine, lo decepcionado que estaría Josh. No quería decepcionarlo… no quería cometer un error.
Cage había sido para una cura, había sido divertido y emocionante. Nada estaba mal cuando estábamos juntos, pero sabía que se iría pronto. Yo no había pensado que íbamos a tener algo largo.
Después de varios minutos de no obtener respuesta, me eché hacia atrás y me dejé caer sobre la almohada. ¿Iba a desaparecer de mi vida así como así? ¿Sin un adiós?
Una lágrima corría por mi mejilla, era la primera en dieciocho meses que no eran a causa de Josh Beasley.

…………………………..…………..*…………………………………………

Decidí ir a buscar las sábanas de Cage y lavarlas. Podría ir a preguntarle a mi padre si iba a volver con la excusa de si tenía que colocar las sábanas otra vez cuando estuviesen limpias.
La puerta del granero estaba abierta cuando salí la mañana del miércoles y la esperanza surgió de nuevo en mi pecho. Quería salir corriendo, pero no pude, papá estaba por aquí.
Una vez que me estaba acercando, me detuve y respiré profundamente antes de entrar. Si estaba allí, tenía que explicar las cosas y no estaba segura de lo que iba a decir. Decirle a Cage que la madre de Josh no le aprobaba, no era una buena idea. Cage parecía el tipo de persona al que le importara las opiniones de los demás. Si quería librarme de él sería una muy buena idea de hacerlo, y definitivamente no quería librarme de él.
Cage salió del granero con una mueca en su rostro, llevaba un sombrero de paja inclinado hacia atrás en la cabeza y su camisa no estaba todavía empapada de sudor. Era precioso…
Se detuvo cuando me vio, su rostro se volvió duro y frío antes de seguir caminando tiró la pala y la caja de herramientas en la parte trasera de la camioneta.
Traté de hablar, pero mis palabras se quedaron atascadas en la garganta, no sabía cómo hablar con él… El chico de la sonrisa arrogante y sexy se había ido.
Pasó por mi lado y se dirigió de nuevo al granero. Estaba congelada… ¿Qué voy a decir? ¿Gritarle tratando de explicarme? ¿Acaso importaba? ¿Cómo me sentiría yo si hubiera sido al revés? Oh dios. ¿Era uno de los muchos que tiraría de distancia para olvidarme?
Él volvió a salir del granero con las manos llenas de comida y una lata de aceite de motor. Sus ojos ni siquiera parpadeaban más allá de mí. Me sentía invisible…
Una vez que echó todas las cosas en su camioneta, se dirigió a la puerta del lado del conductor y la abrió. Iba a marcharse… tenía que decirle algo.

“¿Cage?” croé con voz ronca.
La única razón por la que sabía que me había escuchado fue porque sus hombros se tensaron, pero no miró hacia atrás ni me respondió.
“Cage, por favor,” le rogué, con la esperanza de que por lo menos me mirara. Estaba apretando tanto la puerta que sus nudillos estaban blancos.
“No,” respondió con una voz carente de emoción antes de deslizarse dentro y cerrar la puerta detrás de él.

Sacó la camioneta y se dirigió al sur, sin mirarme ni una vez. Sentía como si el pecho me fuese a estallar, me entraron ganas de llorar y quería gritar…
Quería correr tras él y exigirle que hablase conmigo.

Esto es lo que se siente al querer preocuparte por alguien que no siente lo mismo.

Lo único que conocía era el amar a alguien igual que él me amaba a mí, nunca había conocido el rechazo, nunca había querido a alguien que no me quería; pero el anhelo no se fue con el rechazo.
Aturdida, me fui al interior del granero y me dirigí a su habitación. Me gustaría volver a lavar sus sábanas y toallas, necesitaba cosas limpias.
Abrí la puerta de su habitación, el colchón era muy austero y había un juego de sábanas limpias estaban apiladas en la parte superior. Junto a ellas también había un montón toallas limpias dobladas. Le había llevado las cosas a Low, las había lavado para él.
El dolor creció… ella nunca tendría que sentir el dolor del rechazo de Cage, él la amaba y siempre lo haría. Al igual que Josh me había amado incondicionalmente. Odiaba a Willow porque tenía algo que yo nunca tendría: el amor incondicional de Cage York. ¿Alguien más tenía eso? No… nunca hablaba de familia, Low era la suya, era todo lo que le importaba.
Cogí sus toallas y las puse en el pequeño estante que había al lado de la ducha y luego me fui a hacer la cama para él. No había sido capaz de lavar sus sábanas, pero por lo menos podía hacer algo, quería hacer algo por él; incluso aunque ya no me quisiera.

2 comentarios:

  1. Solo 6 capitulos mas!!.. vas a traducir "Just For Now"? (dime que si)

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