Cage
Esta noche
había sido todo un fracaso. Becca había estado muy agradable y caliente, pero
no había sido capaz de llegar hasta el final. Su vómito me había ayudado a
tomar esta decisión.
Me quité los
vaqueros, quité la colcha para poder ver la cama, las sábanas no estaban nada
mal. Esperaba sábanas baratas, ya que era un granero, pero estaban bien. Eran
suaves… Cerré los ojos y me imaginé a Eva poniéndome las sábanas en la cama
para mí. Sus manos serían suaves o tal vez tendría callos. Ella hacía todo el
trabajo de la casa y cocinaba. Espera, no había visto a su madre todavía. Eva
había sido a la única mujer que había visto en esa casa.
¿Su madre
había muerto, o la había abandonado? Su padre la quería, eso era evidente.
Mi teléfono
sonó y lo alcancé. El número de Low se iluminó una vez más en la pantalla.
“Ey, mi chica favorita,” le dije a modo de saludo.
“Hola, ¿cómo van las cosas?” respondió Low. Podía oír la sonrisa
en su voz.
“Con mucho calor y las vacas dan más
miedo del que pensaba, la cama tiene unas sábanas muy agradables.”
“¿Qué pasa con la chica?”
“Estoy bastante seguro de que ahora
me odia más que la primera vez que me conoció.”
“¿Por qué? ¿Qué has hecho con ella?”
“Yo no he hecho absolutamente nada.
Le hice una amenaza a su prometido y fui un poco áspero con él. Nada serio. Sin
embargo, él estaba hablando de las tetas de otra chica delante de Eva. Era una
falta de respeto.”
Low guardó
silencio durante unos minutos. Sabía que estaba procesando y tratando de averiguar
cómo solucionar mi problema.
“Por lo tanto, ¿ella está
comprometida?” fue
su respuesta.
“Sí, y el tipo no es un buen partido
para ella. Me cae bien, pero simplemente no encajan, ¿sabes?”
“Mmm… supongo. Pero ellos están
comprometidos, Cage. Eso es un límite.”
Podía notar
la preocupación en su voz.
“Yo no iba a ir a por ella de todos
modos, Low. Está fuera de mis límites por muchas razones. Para empezar, su
padre me dispararía en el acto y no me gustaría perder mi beca.”
“Está bien. Bueno… te echo de menos.
Estaré allí muy temprano el domingo. Marcus nos va a dejar tiempo a solas para
la primera parte del día. Luego te dejaré en tu apartamento y podrás ponerte al
día con todo el mundo. Marcus tendrá que conducir de vuelta por la noche,
porque aunque estamos cuidando a Larissa este fin de semana voy a estar lejos
de ella la mayor parte de ese día. Además, Marcus necesitará descansar un poco
de ella.”
“Gracias, Low. Espero verte. Sólo
cuatro días más para irme del infierno.”
Ella se rio
y nos despedimos.
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DOS DÍAS MÁS
TARDE
No hay
señales de Becca y muy pocos atisbos de Eva. El calor era cada vez peor y
Jeremy no estaba allí para ayudarme más. Había vuelto a su trabajo agrícola y
yo tenía que averiguar el resto por mi cuenta.
Mágicamente
aparecían un termo con agua fría y una toalla fría un par de veces al día.
Siempre estaban en la parte trasera de la camioneta que usaba durante el día.
La idea de que ella me observaba desde el interior me hizo sonreír.
Me quité la
camiseta empapada en sudor y la tiré en la parte trasera de la camioneta. Me
eché un poco de agua fría sobre mi pecho y mi espalda, tratando de mantener la
sonrisa en mi cara. Si ella me estaba viendo, le estaba dando un espectáculo
cojonudo. Cogí la toalla y me dirigí a la sombra. Tenía que arreglar la valla
en algunos puntos que Wilson me había dicho, pero antes necesitaba refrescarme.
Apoyado en
el árbol, tomé otro trago de agua y envolví la toalla fría alrededor de mi
cuello. La brisa era mejor cuando el sol abrasador no te quemaba.
“¿Qué le hiciste a Becca?”
Me volví y
pude ver a la Eva real, ya que era la primera visión real que tenía de ella
desde la noche del lago. Su largo cabello castaño estaba recogido en una cola
de caballo. Llevaba un vestido corto de algodón blanco y un par de chanclas.
Estaba intentando parecer seria. No estaba enfadada conmigo, sólo tenía
curiosidad. Me gustó eso.
“Buenos días a ti también, Eva,” le contesté, sin dejar de sonreír.
Ella inclinó
la cabeza hacia un lado y frunció el ceño. Ese no era el verdadero rostro de
“Eva cabreada”.
“Becca no ha venido en dos días, eso
no es normal. Así que, ¿qué has hecho con ella?”
“Yo creo que es lo que no hice con ella.”
Tomé un
trago lento de agua, pero no la miré directamente a los ojos hasta que había
digerido bien las palabras.
Cambió sus
pies y puso las manos en las caderas.
“¿Qué significa eso?”
“Significa exactamente lo que suena.
Yo no lo hice con ella, supongo que ese es el problema.”
El falso
fruncido de ceño de Eva desapareció y ahora lo frunció de verdad.
“Pero os vi a los dos desnudos en
el…” se calló y sus
ojos se abrieron como platos.
Se puso
roja… Eva había regresado al lago la otra noche, ella me había visto desnudo.
Sí, iba a tener que pasar mucho tiempo en la ducha a partir de ahora. La imagen
de ella a escondidas viéndome desnudo, era caliente.
“¿Volviste para tener una vista
completa?” bromeé.
Estaba
seguro de que iba a darse la vuelta y a irse corriendo, sin embargo no lo hizo.
“Yo no quería ver nada, iba a volver
a hablar contigo sobre… Yo sólo…” no podía decirlo.
¿Ella iba a
venir a hablar conmigo? ¿Por qué?”
“Yo estaba bastante seguro de que te
habías ido corriendo a coger tu camioneta aquella noche. ¿Por qué volviste para
hablar conmigo?”
Eva se
retorció las manos con nerviosismo. Yo nunca había visto su actitud nerviosa
antes…
“Se trata de Jeremy y yo…”, comenzó.
Esperé con
la esperanza de que iba a arrojar algo de luz al asunto.
Un
movimiento por el rabillo del ojo captó mi atención. Agarré los hombros de Eva
y la puse detrás de mí, y me enfrenté a las grandes vacas que había a unos
metros de distancia. Estaban fuera de la valla. ¿Cómo diablos se habían salido?
“¿Qué estás haciendo?” me gritó Eva, golpeándome la espalda.
La inmovilicé con mi cuerpo contra el árbol. No era una gran barrera entre ella
y las vacas, pero por el momento era la mejor idea que tenía.
“¡Deja de pegarme! Exigí. “Y dime, ¿cómo diablos puedo meter a esas grandes hijas de puta en su
establo?”
Eva dejó de
golpearme.
“Oh, por el amor de dios, Cage. No
nos van a hacer nada.” Se abrió paso detrás de mí y me
lanzó una sonrisa divertida. “No son
toros.”
¿A quién
coño le importaba si fueran toros o no? Estaban locas. Eva se acercó a ellas
sin una pizca de miedo y empezó a gritarles. Ella pisó el suelo fuertemente y
luego comenzó a moverse lentamente hacia la valla que había quedado abierta.
Ella me miró por encima del hombro y puso los ojos en blanco.
“Son bestias feroces, ¿no es así?”
Me debatía
entre sentirme como un idiota y reírme de lo malditamente linda que se veía
entre el ganado.
Una vez que
entró la última, cerró la valla y puso el seguro en su sitio.
“Podría ayudar si las aseguras la
próxima vez,” dijo
en un tono juguetón.
“Lo estás disfrutando un poco
demasiado,” le
contesté.
Ella se
encogió de hombros y se cruzó de brazos.
“Tengo que admitir que tu galantería
para salvarme de las grandes y malas vacas fue una noble y estúpida idea.”
“Estúpida, ¿eh?” me gustaba verla divertida.
Hasta ahora,
lo único que había visto de ella era su versión tensa.
“No se puede ser un buen vaquero si
le tienes miedo a las vacas.”
Dejé escapar
un suspiro.
“Bueno, no son mis planes para el
futuro.”
Se dibujó
una media sonrisa en sus labios, pero desapareció con la misma rapidez. El
brillo juguetón en sus ojos desapareció también. ¿Qué había hecho para ponerla
de mal humor? Me gustaba la Eva que acababa de ver, no la triste que había
reaparecido.
“No estamos comprometidos. Jeremy y
yo somos amigos, muy buenos amigos.”
Confundido,
bajé los ojos para mirar el anillo que había en su mano izquierda, sólo para
asegurarme que no me lo había imaginado. El diamante seguía allí, profesándole
al mundo que ella era una mujer comprometida. ¿Con quién demonios estaba
comprometida? El único chico con quien le había visto era Jeremy.
“¿Te pones ese anillo para
divertirte?” le
pregunté en broma, con la esperanza de que se divirtiera, pero pasó todo lo
contrario.
“No, no lo uso para divertirme. No
estoy comprometida con Jeremy. Estoy comprometida con su hermano.”
Eva
¿Estoy comprometida con su hermano?
¿Por qué
había dicho que seguía estando comprometida con Josh? Iba a descubrir la
verdad. Me fui lejos muy rápido para que no pudiera hacer más preguntas, se las
preguntaría a alguien. No sé si estaría tan interesado en mí, simplemente
estaría confuso. No quiero que sienta curiosidad sobre Josh. No quería que
supiera lo que había sucedido…
Quería que
él todavía me mirara con ese brillo sexy agradecido en sus ojos. El brillo que
yo seguía ignorando. Me gustaba que alguien me mirara con algo más que
simpatía. Una vez que lo supiera, esas sonrisas atractivas iban a desaparecer.
Se sentiría mal por la pobre Eva.
Hasta que él
no apareció, no me había dado cuenta de que todo el mundo me miraba diferente.
Eran cuidadosos conmigo. Cage no me miraba como si fuera frágil. Hace 10 meses,
yo no habría estado dispuesta a que alguien me mirase diferente. Yo quería que
me recordaran como cuando estaba Josh. Ahora necesitaba que alguien,
cualquiera, me mirara así. No era la tragedia, era sólo yo.
Cage no
sabía mi pasado, no sabía el dolor que había pasado. No midió cada palabra que
me decía ni se contenía en nada. Me trataba como a los demás. Con él, me sentía
normal otra vez. Era hora de sentirme humana otra de nuevo.
La puerta
mosquitera se cerró detrás de mí y pegué un salto.
“Maldito Charles North piensa que me
puede seguir cada vez que sale de caza con sus amigos banqueros,” se quejó mi padre mientras entraba en
la cocina.
Charles
North era el marido de la hermana de mi madre. Mi madre había fallecido cuando
yo tenía 7 años, así que nunca llegué a conocer a su hermana ni a su marido.
Todo lo que sabía era que mi padre no los soportaba. Mi tía Kim sólo llamaba
cuando quería algo. Actuaba como si mi padre le debiera algo, porque mi madre
murió en un accidente de coche. Mi padre no estaba conduciendo, pero eso no le
importaba a mi tía. Ella lo seguía culpando.
“¿Qué pasó?” le pregunté, cogiéndole un vaso.
Lo cogió de
mi mano y se fue a servirse un poco de limonada.
“Tu tía Kim llamó y me dijo que
Charles se va de pesca al campamento este fin de semana, traía amigos con él y
nadie me preguntó a mí. Ellos simplemente se encargaron de hacer esos planes.
Bueno, le dije a Josiah que recogiera a Jeremy y que fueran este fin de semana
a pescar. No voy a cambiar esto.” Papá negó con la cabeza y tomó un largo trago de limonada.
“¿Vas a ir allá arriba?” le pregunté cuando terminó su bebida
y puso el vaso frente a él.
“Sí, tengo que ir, me iré por la
mañana. Cage sabe que hacer allí y él se irá el domingo, es su día libre. Me
dijo que se iba a la playa a pasar el día.”
¿Cage se iba
todo el domingo entero? No tenía por qué preocuparme por él haciendo demasiado
calor fuera, pero debería ser relevado, y no iba a ser relevado. No quería que
se fuera, me quedaré yo sola.
“Está bien,” me las arreglé para responder.
“Voy a ir a la ciudad y conseguir un
poco más de alambre de púa para la valla. La siguen rompiendo por la parte del
lago, supongo que más de uno quiere nadar…” se quejó mi padre mientras se dirigía hacia la puerta.
Esperé hasta
que escuché el ruido de la camioneta de mi padre antes de salir. No estaba
segura de lo que estaba haciendo. Era una decisión espontánea. Cage había
entrado en el establo hace apenas unos minutos, lo había visto desde la ventana
de la cocina, así que me dirigí hacia allí.
Al abrir la
puerta, entré y tuve que entrecerrar los ojos para ver con claridad. La única
luz que entraba en el establo era de las grietas del techo, por lo que estaba
bastante oscuro comparado con la luz del sol brillante.
El olor familiar
a heno y madera me golpeó cuando me di la vuelta para ver a Cage, que estaba
todavía allí.
“¿Buscas algo?” me preguntó Cage detrás de mí.
Me di la
vuelta para mirarlo de frente y casi me trago la lengua cuando mis ojos se
encuentran con su pecho desnudo. Lo había admirado desde lejos, pero nunca de
cerca. Era mejor de cerca…
“Una mujer comprometida no debería
mirar a otro hombre a no ser que quiera echar una mano.” Dijo con un tono burlón.
Estaba
disfrutando.
“¿Quién dijo que quería echar una
mano?” le respondí,
sorprendida por mi respuesta.
¿Acababa de
coquetear? Estaba segurísima de que jamás había coqueteado.
Cage se pasó
una mano por el pelo y dejó escapar una risa profunda y corta.
“Tal vez deberíamos cambiar de tema.”
Cage estaba
nervioso… ¿Mi comentario lo puso nervioso?
Dio un paso
hacia mí. Está bien, quizás no lo había puesto nervioso.
Tipos como
Cage no se ponen nerviosos… Cage se acercó y me cogió la mano izquierda. El calor
de su palma callosa me envió un cosquilleo por todo el cuerpo.
“El único problema es que si hablo
contigo de lamer, me da ideas. Me pongo a pensar en cosas que no debería estar
pensando. Cosas que sólo me imagino, y que nunca sabré. Puedo ser muchas cosas
Eva, podría ser incluso alguno de esos nombres que me dices, pero no voy a
tocar lo que pertenece a otro hombre.”
Abrí la boca
para decir algo, y me detuve cuando Cage levantó mi mano izquierda, la puso en
su boca y me besó el dedo con el anillo. Luego, sacó la lengua y apenas me rozó
la parte superior de la mano. Él sonrió con malicia.
En algún
momento, yo había dejado de respirar. Cuando mis pulmones empezaron a quemar,
tomé una respiración profunda y Cage dejó caer mi mano.
“Lo siento, tenía que coger una
pequeña muestra de tu piel.”
Entonces me
guiñó el ojo y se volvió hacia la puerta. Me quedé en silencio mientras
caminaba de vuelta al calor del verano.
Me encantaa!!.. Cuantos capitulos Son?
ResponderEliminarson 25 capítulos :)
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