Cage
Esta no puede ser mi habitación. Era del tamaño del armario
de mi habitación del apartamento. Había una cama doble. En el lado opuesto
había una mesita pequeña y redonda, apenas tenía espacio suficiente para pasar
entre el lado de la cama y la pared. En el otro extremo de la habitación había
una ducha. El suelo era de cemento, había un desagüe en la esquina y una
pequeña ducha salía de la pared. Una simple cortina azul era la única barrera
que había entre la ducha y la cama. Estaba bastante seguro de que iba a mojar
la cama. Mi teléfono comenzó a sonar en el bolsillo y lo saqué para ver que era
Low quien llamaba.
“Hola cariño,” le
contesté mientras me dejaba caer en la cama. Sorprendentemente, el colchón no
era malo.
“Así que, ¿cómo va
todo? ¿Son agradables?”
Sólo escuchar la voz de Low me hizo sentir mejor, no tan
solo.
“Sólo he conocido a
la hija del tipo y al vecino de al lado.”
“Oh, ¿algo así como
la hija de un granjero?”
El tono de burla en la voz de Low me hizo reír. Sí, era la
hija de un granjero pero no era lo que estaba pensando Low.
“Es la hija de un
grajero pero ella me odió desde la primera vez que me vio. Suena loco, lo sé,
yo pensé que ninguna mujer me podía odiar antes de que olvidase su nombre por
la mañana.”
“¿Ella te odia? Eso
es… extraño.” La voz de Low se calló como si estuviera reflexionando
profundamente.
Me llamó la atención el fuerte sonido de la puerta del
establo al abrirse.
“Low, me tengo que ir
bebé. Creo que el viejo hombre está aquí.”
“Está bien, mejora tu
comportamiento.”
“Siempre,” le
contesté antes de colgar y deslizar mi teléfono en el bolsillo.
“¿Hola?” gritó
una voz profunda.
Salí del pequeño cuarto de las escobas que me habían
asignado y me dirigí hacia la voz. Al darme la vuelta en la esquina, me detuve
en seco. El tipo era enorme, por lo menos 300 kilos de duro músculo. El
sombrero de vaquero de paja que llevaba ladeado en la cabeza me mostró que era
completamente calvo.
“¿Eres Cage York?” me
preguntó.
Su expresión seria me recordó mucho al entrenador, aunque no
era tan grande.
“Sí,” le
contesté, y los ojos del hombre se estrecharon y dio un paso hacia mí.
“Muchacho, ¿tu padre
no te ha dicho que es de mala educación no respetar a tus mayores? Esperaba que
me respondieses con un sí señor. ¿Entendido?”
¿En serio? ¿Quién demonios se creía? Esto no iba a funcionar
nunca.
“Cuando te hago una
pregunta espero una respuesta,” me gruñó el gigante.
Bien, le daré una maldita respuesta.
“No.”
Su ceño se hizo más profundo y la molestia brilló en sus
ojos. Tenía mucho en juego en este maldito trabajo, pero no me iba a comportar
así.
“No, ¿qué?” me
preguntó lentamente.
“No, mi papá sólo me
enseñó que sus malditos puños eran más grandes que mi madre,” respondí con
una mueca de desprecio en la voz.
La furiosa mueca en su cara no cambió, no lo había esperado
pero tampoco había esperado contarle eso. Me había salido solo. Sólo había
hablado de mi familia con Low cuando éramos jóvenes y todavía me afectaba.
Vi como él levantó la mano y se frotó la mandíbula, no puso
ni una sola vez los ojos sobre mí. Estaba deseando que acabara esta reunión y
que me dijera qué era lo que tenía que hacer exactamente.
“Mack quiere
ayudarte. Confío en su juicio, pero escúchame bien: en mi propiedad no beberás
ni tomarás drogas cuando conduzcas. Eso fue una estupidez, chico. Fue más que
una estupidez. Te advierto sobre todo que te mantengas alejado de mi hija. Está
completamente fuera de tus límites, ¿me entiendes?”
Considerando que Eva me odiaba, el hombre no tenía de qué
preocuparse. Además, ninguna chica valía tanto la pena como para joder mi
futuro. No cuando había más chicas disponibles dispuestas a disfrutar.
“Sí, no quiero perder
mi beca,” le respondí con honestidad.
Me tendió la mano.
“En ese caso, soy
Wilson Brooks. Ahora, mueve el culo y vamos a trabajar.”
Eva
“Ese es el tipo de
chicos que quiero que se mantengan alejados de ti,” dijo mi padre a modo de
saludo mientras abría la puerta y entraba en la cocina.
Puse los ojos en blanco y volví con las pechugas de pollo
que iba a freír para la cena.
“No tiene la misma
educación que yo te he dado a ti y es arrogante, no tiene respeto por la
autoridad. Va por el camino equivocado.”
Papá puso su sombrero sobre la mesa y se acercó a coger un
vaso de dulce té helado.
“No me quedé
impresionado por él. Le paré los pies.”
Yo no quería volver a verlo. Tenía la compañía de Jeremy
hasta que conociera y se enamorara de una chica, me gustaba tener un compañero
para hacer cosas. La familiar punzada en el pecho me recordó que él tenía que
volver a su vida. Odiaba que lo dejara todo para cuidar de mí, siempre estaba
muy preocupado por mí. Sabía con certeza que Chelsea Jacobson estaba enamorada
de él. Tenía que hacer algo para empujarla en su dirección.
“Mmm,” murmuró
papá mientras se sentaba en el extremo de la mesa de la cocina.
“Sé que no estás
buscando un chico Eva, pero cariño, eres una mujer. Un día tendrás que abrir tu
corazón de nuevo.”
“Papá, no, por favor.
No volvamos a hablar de eso. ¿De acuerdo?”
Con un profundo suspiro, finalmente asintió. Cogió su
sombrero y lo colocó de nuevo en su cabeza calva.
“Es en estos momentos
cuando creo que cometí un error por no haberme casado de nuevo. Tal vez hacía
falta una madre después de todo, porque ahora mismo no sé qué hacer para
solucionar este problema, mi niña pequeña.”
Puse el último pedazo de pollo en el plato y me lavé las
manos bajo el grifo. Luego me tomé un tiempo extra-largo lavándome los dedos
con jabón antes de volverme hacia mi padre.
“Tú eres suficiente,
no digas eso. Estoy feliz tal y como están las cosas. No necesito que nadie
ocupe el lugar de Josh. No quiero a alguien que ocupe su lugar. ¿De acuerdo?”
Papá cerró la distancia entre nosotros y me dio un abrazo
rápido y fuerte antes de girarse y salir de la cocina. Sabía que mi falta de
interés por salir con otros chicos y seguir adelante le molestaba, pero no podía.
No lo haría, Josh había sido mi futuro y ahora él ya no estaba.
La puerta se abrió de nuevo, no esperaba a Jeremy esta noche
para cenar, pero había hecho suficiente por si acaso. No era Jeremy, era él.
Cage levantó las manos como si quisiera decir que venía en
son de paz. La sonrisa fácil de antes se había ido. Él no me miraba como si me
quisiera morder, en cambio parecía desinteresado.
“Sólo necesito un
trago. Tu padre me envío aquí y me dijo que te preguntase, pero si estás
ocupada me puedo ir.”
¿Era el mismo chico de antes? Me obligué a no parecer
sorprendida, me volví a coger un vaso del armario y se lo di.
“Tengo una jarra de
agua con hielo en la nevera. Tenemos un pozo aquí y el agua de un pozo sabe
mejor cuando está fría.
Él asintió con la cabeza.
“Gracias.”
Me di la vuelta y miré la temperatura del aceite en la
estufa. El sonido de Cage tragando agua, me hacía imaginar sus músculos de la
garganta, cerré los ojos con fuerza y traté de detener mi imaginación.
Escuché mientras abría la nevera y se servía un poco más de
agua. A continuación, una vez más, se la bebió rápidamente. El silencio que
había en la cocina sólo intensificaba más el sonido de su bebida.
“Esto está mejor.
Tenía muuucha sed. Gracias por el vaso y por el agua,” Cage caminó hacia el
fregadero.
“¿Quieres que lo
friegue o prefieres hacerlo tú?
“Uh, puedo hacerlo
yo,” balbuceé, totalmente desequilibrada debido a su comportamiento.
“Gracias, pero no me
importa fregarlo.”
“No, de verdad que
puedo hacerlo.”
La puerta de la cocina se abrió de nuevo y estuve muy
agradecida por la interrupción de Becca Lynn, llegó botando con sus rizos
rubios y todas esas sonrisas. Normalmente no me gustaban sus interrupciones
burbujeantes, pero ahora sí, cuando estaba Cage. Becca era una idiota cuando se
trataba de chicos atractivos y Cage York era más que atractivo.
Sus grandes ojos marrones lo observaron lentamente. Me
aclaré la garganta tratando de llamar su atención, pero ella no era consciente
de que yo estaba en la habitación. Una camiseta apretada y unos pantalones
cortos con botas de vaquero eran todo el vestuario de verano de Beca. Cambié mi
atención a Cage, cuya sonrisa sexy había regresado y estaba disfrutando de la
vista tanto como ella. No podía decir que Becca fuese mi mejor amiga porque
Josh había sido siempre mi mejor amigo. Sin embargo, ella era la amiga más
cercana que había tenido. Cuando Josh y Jeremy crecieron a mi derecha, Becca se
crio en la granja de la izquierda. Así que cuando necesitaba un socio, que no
fuese un hombre, había sido ella. Ella y Jeremy habían tenido algo en 2º año de
colegio. Estaba bastante segura de que ella había sido la primera chica con la
que Jeremy se había acostado, pero duró poco. Jeremy la dejó sin ninguna
explicación, Becca lloró sobre mi hombro un par de días y a la semana siguiente
se mudó a Benji Fitz.
“¿Por qué no me
dijiste que tenías compañía, Eva?” arrulló Becca, girando uno de sus mechos
rubios y largos alrededor de su dedo mientras batía sus pestañas en dirección a
Cage.
Dios mío aquello era ridículo.
“Yo no tengo
compañía, Becca,” le respondí, con la esperanza de llamar su atención, pero
no funcionó.
“Va a ayudar a mi
padre este verano. Está trabajando con nuestras vacas, porque él tiene un
problema con la bebida y tiene que ayudar.”
Esperaba que cortase la mirada que tenía sobre él, pero no
lo hizo.
“Oh, ¿por lo que
estarás aquí todo el verano?” preguntó ella, todavía sonriéndole a Cage.
“Eso parece,” respondió
en tono divertido.
Grande, incluso él pensaba que estaba haciendo el ridículo.
“Bueno, cuando no
estés trabajo y te aburras, yo te puedo hacer compañía.”
“Becca Lynn.” Levanté
la voz para que dejase de ofrecer que calentase su cama en el granero.
Finalmente, sus ojos se movieron de Cage a mí. El brillo en
sus ojos me dijo que sabía exactamente cómo sonaba y que no le importaba lo más
mínimo.
“Gracias. Estoy
seguro de que voy a necesitar a alguien que me entretenga después de trabajar.
No puedo pensar en nadie más, prefiero que alguien me entretenga y me enseñe
las cosas que se pueden hacer por aquí.”
El acento sexy que él ponía me molestó, también se me puso
la piel de gallina e hizo que mi corazón se acelerase.
“Eso suena como un
buen plan.”
Me susurró ella, cerrando la distancia entre ellos y le
tendió una mano perfectamente cuidada. Estaba segura que las uñas de color rosa
de sus manos, hacían juego con las de sus pies.
“Soy Becca Lynn
Blevins.”
Cae cerró la pequeña cantidad de espacio que Becca había
dejado entre ellos y deslizó su mano en la de ella. ¿Becca acababa de temblar?
“Cage York y es un
placer, Becca.”
“Oh,” ella
respiró, con la cabeza inclinada hacia atrás, si la besaba en mi cocina iba a
tirarle a tarta.
“Tengo que volver al
trabajo. Te buscaré para que me puedas entretener pronto, Becca Lynn,” dijo
Cage en un susurro, luego dio un paso alrededor de ella y salió por la puerta
sin mirar atrás.
Beca sacó una silla de la cocina y se sentó en ella con un
fuerte golpe.
“¡Dios mío!” chilló.
“Estoy más caliente…”
Me lo imaginé y negué con la cabeza e hice un ruido de
arcadas.
“Estabas lista para
que te pusiera en mi mesa y te abriera las piernas aquí mismo. Necesitas
obtener un control sobre ti misma, Becca. Has quedado como una puta.”
Becca dejó escapar un fuerte suspiro.
“¡Oh, a quién le
importa! Él era el mejor chico que he conocido. Quiero casarme con él, tener
sus bebés, lavar su cuerpo y a él, quiero tocar su cuerpo durante todo el día.
Podría hacerlo el resto de mi vida y no me cansaría.”
Antes de que pudiera pensar una respuesta, la puerta se
abrió de nuevo y Jeremy entró. Su presencia me alivió. Los ojos de Jeremy
encontraron a Becca sentada en la mesa, que estaba todavía con la expresión
aturdida en su rostro, tenía una sonrisa de complicidad en sus labios.
“Veo que Becca Lynn
conoció a Cage.”
Asentí y empecé a freír el pollo.
“Apuesto a que él te
comió, Becca. Pobre muchacho, antes recibió una ruda bienvenida de Eva. Tener
una mujer que en realidad babea por él, habrá sido bueno para su ego.”
Jeremy tenía que sacar el tema.
“¿Fuiste grosera con
ese pedazo de perfección?” me preguntó Becca con incredulidad.
Me concentré en freír el pollo, no iba a hablar de eso.
“¿Os quedáis a
cenar?” le pregunté en su lugar.
“¿Va a cenar
contigo?” me preguntó Becca esperanzada.
“Por supuesto que no.
Sólo nos ayuda, además a mi padre no le cae bien. Le pondré un plato y se lo
llevaré al establo.”
“¡YO YO YO YO YO! ¿Se
lo puedo llevar yo?” preguntó Becca.
No tenía que mirarla para saber que estaba saltando en su
asiento. Me imaginé a Cage presionando a Becca contra la pared, poniendo sus
manos sobre ella, y me obligué a sacudir la cabeza.
“A papá no le
gustará, Jeremy se lo llevará.”
Estaba segurísima de que a mi padre no le importaba, pero
por alguna razón no quería que Cage tocase a Becca. No estaba seguro de por qué
exactamente, pero me molestaba. La idea de que mi amiga se quedase embarazada y
casada con un perdedor como el bebé-papá era probablemente la razón principal.
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