martes, 15 de julio de 2014

CAPÍTULO 16

Preston

Estaba inquieto. Amanda se había ido cuando dejé a Daisy en casa. Dijo que tenía que ir a cenar con su madre. Anoche le había dicho a ella que se quedaba en casa de un amigo, y si hoy volvía a quedarse su madre preguntaría. Todo el apartamento olía a Amanda. Necesitaba estar a solas con ella, el miedo dentro de mí me estaba comiendo vivo. Si alguna vez se enteraba de mi trabajo... Eso no podría suceder.
Mi teléfono sonó, lo cogí del mostrador y miré quien era. Era el Hardy equivocado.

"Ey," dije, tratando de no sonar irritado.
"Ey, ¿qué vas a hacer esta noche?"
No podía decirle que esperaba a que su hermana me llamase. "Nada. Estar en casa."
"Low está estudiando para un examen y necesita que la deje sola. ¿Quieres que nos veamos en Live Bay? Rock estará allí. Hoy toca Jackdown y sabes que Trisha nunca se lo pierde."
No. Quería quedarme aquí y esperar a Amanda. Pero si no me llamaba, me podría volver loco. Necesitaba una distracción.
"Claro que sí. Nos veremos allí."
"Suena bien," respondió y colgamos.

Me puse las botas y cogí las llaves. Pasaría el rato con mis amigos hasta que Amanda llamase.
El lugar estaba repleto cuando entré. Me paré en el bar y cogí una cerveza antes de ir a nuestra mesa. Marcus ya estaba ahí. Trisha estaba en el regazo de Rock. Dewayne no estaba cerca.

"Ahí está," dijo Marcus mientras sacaba el taburete de su lado y me sentaba.
"Pero, ¿por cuánto tiempo? En cuanto venga una chica, lo perderemos toda la noche," dijo Rock, arrastrando las palabras.

Marcus se echó a reír.
Traté de no ponerme tenso. Ellos se darían cuenta si actuaba diferente y entonces todos empezarían a hacer preguntas. Y no había forma de que respondiera a esas preguntas. Marcus era como mi hermano, pero si trataba de alejarme de Amanda, no iba a ser un problema. Nadie iba a parar esto.

"Hoy es mi noche libre," le contesté.
"¿Alguien te desgastó anoche?" preguntó Rock.
Esto era muy difícil... siempre hablaba con ellos de las chicas. Pero, no podía hablar con ellos sobre Amanda.
"No estoy de humor," le expliqué, y tomé un trago largo.
Un teléfono sonó y Marcus sacó el suyo. "¿Está bien?... Sí, he visto cómo estaba hoy... Lo siento, estoy en Live Bay. ¿Puedes oírme ahora? Si está bien para dormir, puedes irte si quieres... Oh, no. Preston, Rock y Trisha están aquí. ¿Quieres venir a verme?... ¡Já! Claro que sí. Te veo en un segundo."
Colgó el teléfono. "Amanda está con mi madre. Por mucho que me había costado perderla, no me gusta que esté aquí cuidando de mi madre. Necesita una vida."

Así era Amanda.
Mi teléfono vibró en el bolsillo. Lo saqué y miré hacia abajo.
Amanda: ¿Te molesta si voy a Live Bay esta noche? Si no me voy a la cama y nos vemos otro día.
Dios, no. Necesitaba verla esta noche.
Yo: Tu hermano piensa que vas a venir. Ven y encontraremos una manera de irnos.

"¿Estás mandándole mensajes a alguien?" preguntó Rock. "¿Cuándo ha empezado Preston a mandar mensajes de texto?"

Amanda: Vale. Nos vemos en unos minutos.
Me puse el teléfono en el bolsillo y miré hacia arriba para ver a todos mirándome con expresión de incredulidad en sus caras. No lo haré más delante de ellos. ¿Pero qué problema había?

"¿Qué?" le pregunté, tratando de alcanzar mi cerveza.
"Le estás mandando mensajes de texto a alguien," respondió Marcus.
"Intensamente," agregó Trisha.
Con Amanda viniendo hacia aquí, no necesitaba que estuvieran vigilando todos mis movimientos.
"En realidad se llama sexting. Si hablas con ellas lo suficiente, empezarán a enviarme vídeos sexys." Les guiñé un ojo y me recosté en mi asiento.
Eso era lo que esperaban de mí. Marcus se echó a reír y sacudió la cabeza. Rock levantó las cejas y miró a Trisha. "Si te compro el nuevo iPhone, ¿me enviarás vídeos sexys?"
Trisha se rió y le susurró al oído.

Pasé de ellos y miré a la puerta.
Me las arreglé para permanecer en la conversación sin que pareciera que estaba desconectado de ellos. Entonces la puerta se abrió y Amanda vino hacia aquí.
Mierda.
Llevaba un vestido rojo muy corto y botas de vaquera. Esto iba a terminar en una pelea.


Amanda

No estaba segura de que fuese una buena idea. Cada vez que había estado en Live Bay, Preston se había emborrachado y había chicas glamurosas alrededor de él. Me había cambiado de ropa tres veces tratando de encontrar algo que me hiciera lo suficiente sexy para competir con las chicas que había aquí.
Desafortunadamente, nada de lo que tenía hacía que mis pechos se vieran más grandes. Así que decidí jugar con mis piernas, ya que a él le gustaban.
Miré a la mesa, y vi los ojos de Preston fijos en mí. Me miraba como loco. ¿Por qué estaba enfadado? Tal vez enfadado no era la palabra. Parecía feroz... no estaba segura. Lo bueno era que la única chica que había en la mesa era Trisha. Me lo esperaba peor.
Mientras me dirigía hacia la mesa, alguien se puso delante de mí. Miré hacia arriba para ver la cara sonriente de Dameon Wallace. En el instituto pensaba que era guapo, pero ahora ya no me parecía tan perfecto.

"Hola, Dameon," le contesté, dando un paso hacia un lado para esquivarlo.
"Ey, Amanda. No te he visto desde la graduación. ¿Cómo te van las cosas?"
Sonreí. "Bien, gracias, ¿y a ti?"
Su mano agarró la mía y él me atrajo hacia su lado.
"¿Qué llevas puesto?" susurró en mi oído mientras me apartaba de Dameon.
"Un vestido," le contesté, tratando de averiguar por qué me estaba haciendo una pregunta tan absurda y por qué estaba haciendo un numerito delante de mi hermano.
"Voy a terminar golpeando a alguien esta noche por llevar ese vestido," gruñó y me soltó la mano. "Ve a la mesa. Me encargaré de esto con Marcus."
Asentí con la cabeza y corrí hacia la mesa, tratando de parecer casual, mientras que Marcus me observaba cuidadosamente.
"Has venido," dijo Marcus, mirando por encima del hombro a Preston, que estaba justo detrás de mí.
"Sí," fue la mejor respuesta que se me podía ocurrir.
Sonreí a Rock y a Trisha, que también parecían estar observándome con curiosidad.
"¿Quieres decirme de qué se trataba?" preguntó Marcus, con la mirada fija en Preston en vez de en mí.
Tenía miedo de mirarle, pero no pude evitarlo. Tenía que asegurarme de que estaba bien.
"Ese idiota estaba sobre ella, y tú sólo estabas aquí mirando y dejando que sucediera. Alguien tenía que ir a por ella," explicó Preston con un tono molesto.
"Eso fue muy caballeroso de tu parte." Trisha sonaba divertida.
Marcus se volvió para mirarme. "¿Ese chico te ha tocado?" El filo en su voz significaba que se había creído la excusa de Preston. Menos mal... pero no pensaba que fuese a maltratar a Dameon sólo por saludarme.
"Era un amigo del instituto. Ligamos en la escuela, pero nada más. Preston no lo ha comprendido."

Se bajó la presión en los hombros de Marcus, y él asintió con la cabeza.
Me atreví a echarle un vistazo a Preston, que no se había relajado nada. Incluso estaba más enfadado. Esta fue una muy mala idea. Venir aquí había sido un problema.

"¿Te he quitado el sitio, Preston?" le pregunté, tratando de distraerlo.
Él desvió la mirada hacia mí. "No, estoy bien. Voy a por otra cerveza y me sentaré en un taburete. ¿Quieres algo?"
"Una Coca-Cola, por favor," le contesté.
Él asintió con la cabeza y se dirigió al bar.
"Amanda," Marcus me llamó por mi nombre y quité la mirada de Preston para mirarlo.
"¿Sí?"
"¿Por qué siento que me estoy perdiendo algo aquí?" me preguntó, observándome de cerca.
Me encogí de hombros. "No lo sé."

Volví a mirar hacia Preston. Estaba cogiendo nuestras bebidas y estaba quitándose a una chica de encima a la vez. Parecía muy poco interesado y eso me hizo sonreír. Los ojos de Preston se encontraron con los míos y una sonrisa de complicidad apareció en sus labios. Sus ojos se dirigieron a mi hermano y la sonrisa desapareció.
Decidí observar el escenario. Jackdown acababa de entrar otra vez en el escenario y Trisha estaba vitoreando como siempre.

"Aquí está tu Coca-Cola," dijo Preston, poniendo un vaso con hielo y una lata delante de mí, se sentó en el taburete al otro lado de Marcus. 

No se sentó a mi lado, eso era frustrante. Sólo quería decírselo a Marcus y ya está. ¿Por qué era tan malo?
La música estaba demasiado alta para escuchar algo, por lo que nadie hablaba, mientras que la voz de Krit llenaba la habitación. Tenía un sonido suave con un toque de áspero y eso volvía locas a las chicas. Tuve que admitir que el chico estaba caliente. Nunca había estado con él, como muchos de mis amigos, pero en el fondo siempre había tenido debilidad por Preston. Era difícil enfocar mi atención en otra persona. Me había gustado Dameon en el instituto, pero nunca fue algo serio.
Una chica se acercó a Preston y comenzó a susurrarle algo al oído. Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello y sus ojos me miraron directamente. Esto era lo que me temía cuando decidí venir aquí esta noche. Las chicas sabían que Preston era un jugador y lo amaban por ello. Preston se apartó de su boca, que estaba demasiado cerca de su cuerpo.
Sus ojos nunca se apartaron de mí.
Miré hacia mi refresco. Esto era demasiado difícil. No podía enfadarme, porque estaba aquí Marcus. Preston tampoco podía actuar de otra forma porque Marcus se daría cuenta. Si yo iba a ser más que otra más en el radar de Preston, íbamos a tener que decírselo a Marcus.
No podía seguir así. La reputación de Preston requería que actuara de una cierta manera para que Marcus no le cuestionase nada.
Cogí mi bolso y me levanté. Le diría adiós a Marcus y me iría a casa. Era donde debía estar.
Preston estaba de pie y fuera de su asiento antes de que pudiera decir nada.
Me paré y miré cuando él empujó a la chica y se acercó a mí.


"Baila conmigo," me dijo al oído, cogiendo mi bolso y colocándolo de nuevo en la mesa. Luego tiró de mí hacia la pista de baile.

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