Marcus
Escuché
aclamaciones, aplausos y silbidos cuando entré en Live Bay dos noches más tarde
con Low a mi lado.
“¡Oh sí!”
“Aleluya.”
“Ya era hora.”
“¡Por fin!”
Willow me
miró sonriendo.
“Creo que están bastante contentos
con esto.”
No tenía ni
idea. Willow me dio un beso en la mejilla y el público se volvió loco.
Preston
abucheó cuando llegamos a la mesa.
“Hola a todos vosotros también,” intervino Willow.
“No tienes ni idea de lo mal que lo
estaba pasando por haberte perdido,” dijo Preston.
Willow me
miró.
“Me hago una idea.”
“Voy a coger a mi chica y nos vamos a
bailar lejos de todos vosotros. Haces que sonara patético.”
“Eras patético,” respondió Dewayne.
Lo era, no
tenía sentido discutir. Tiré de Willow a mis brazos, me encantaban sus curvas
suaves y su olor dulce a miel. Nada en mi vida se había sentido tan bien como
ella entre mis brazos.
Willow
“No puedo creer que te vayas a mudar.
Si hubiera sabido que te ibas a ir no te hubiera convencido para que le dieras
otra oportunidad.”
Cage estaba
de pie en la sala de estar con el ceño fruncido. Yo llevaba mi maleta y le
estaba extendiendo la llave que me había dado.
“No digas eso Cage. No te voy a
dejar, te dejo en libertad para que hagas tu vida.”
“¿Quién diablos te dijo que yo quería
ser liberado?”
“Yo lo hice. Has sido mi mejor amigo,
mi salvador, mi familia y mi refugio seguro durante muchísimo tiempo. Siempre
has antepuesto tus deseos y tus necesidades para asegurarte de que yo estaba
contenta. Te quiero y es hora de que me dejes ir. Eres libre de ser mi amigo,
no tienes que dejarlo todo para venir y recoger los pedazos. Ya soy una niña
grande. Si mi mundo se desmorona de nuevo, me encargaré yo solita de él.”
Cage
extendió la mano, cogió la llave, y me arrastró hacia él para darme un abrazo.
“Él nunca te dejará, Low. Esa es la
única idea que me permite dejarte ir por esa puerta. Sé que no lo hará. Es un
caso perdido.”
Asentí
contra su pecho.
“Yo tampoco creo que lo haga.”
“Y no me arrepiento de nada, lo haría
todo de nuevo. ¿Lo sabes, no?”
Asentí
mientras sentía que mis ojos se llenaban de lágrimas.
“Tú eres mi familia, Cage. Siempre lo
serás.”
“Tú también, Low. Siempre.”
Marcus se
aclaró la voz desde la puerta. Di un paso atrás y me sequé las lágrimas antes
de que pudiera verlas.
“Cuida de ella,” le dijo Cage a Marcus.
“Lo haré.”
Cage asintió
con la cabeza y se metió la llave en el bolsillo.
“Creo que haré ese viaje por
carretera. Voy a tener un montón de tiempo libre ahora.”
“Vete y diviértete.”
Cage sonrió.
“Está bien.”
Él asintió
hacia el sofá.
“Y acaba de llevarte el sofá. No voy
a aceptar tu dinero.”
“Quiero pagártelo. Vas a tener que
poner otro.”
“Estoy pensando en poner unos
colchones hinchables aquí. Podría hacer orgías.”
“¡Ugh! Cállate Cage,” le empujé haciéndole perder el
equilibrio.
Se rio
mientras se encogía de hombros.
“Ey, pensé que querías que viviera un
poco.”
“Estás loco, Cage York.”
Marcus vino
y me cogió la maleta.
“¿Estás lista?”
Le sonreí y
asentí. Estaba lista. Estaba preparada para todo lo que pudiera pasar.
FIN
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