sábado, 14 de septiembre de 2013

ÚLTIMO CAPÍTULO. CAPÍTULO 27

Marcus

Escuché aclamaciones, aplausos y silbidos cuando entré en Live Bay dos noches más tarde con Low a mi lado.
“¡Oh sí!”
“Aleluya.”
“Ya era hora.”
“¡Por fin!”
Willow me miró sonriendo.
“Creo que están bastante contentos con esto.”
No tenía ni idea. Willow me dio un beso en la mejilla y el público se volvió loco.
Preston abucheó cuando llegamos a la mesa.
“Hola a todos vosotros también,” intervino Willow.
“No tienes ni idea de lo mal que lo estaba pasando por haberte perdido,” dijo Preston.
Willow me miró.
“Me hago una idea.”
“Voy a coger a mi chica y nos vamos a bailar lejos de todos vosotros. Haces que sonara patético.”
“Eras patético,” respondió Dewayne.
Lo era, no tenía sentido discutir. Tiré de Willow a mis brazos, me encantaban sus curvas suaves y su olor dulce a miel. Nada en mi vida se había sentido tan bien como ella entre mis brazos.


Willow

“No puedo creer que te vayas a mudar. Si hubiera sabido que te ibas a ir no te hubiera convencido para que le dieras otra oportunidad.”
Cage estaba de pie en la sala de estar con el ceño fruncido. Yo llevaba mi maleta y le estaba extendiendo la llave que me había dado.
“No digas eso Cage. No te voy a dejar, te dejo en libertad para que hagas tu vida.”
“¿Quién diablos te dijo que yo quería ser liberado?”
“Yo lo hice. Has sido mi mejor amigo, mi salvador, mi familia y mi refugio seguro durante muchísimo tiempo. Siempre has antepuesto tus deseos y tus necesidades para asegurarte de que yo estaba contenta. Te quiero y es hora de que me dejes ir. Eres libre de ser mi amigo, no tienes que dejarlo todo para venir y recoger los pedazos. Ya soy una niña grande. Si mi mundo se desmorona de nuevo, me encargaré yo solita de él.”
Cage extendió la mano, cogió la llave, y me arrastró hacia él para darme un abrazo.
“Él nunca te dejará, Low. Esa es la única idea que me permite dejarte ir por esa puerta. Sé que no lo hará. Es un caso perdido.”
Asentí contra su pecho.
“Yo tampoco creo que lo haga.”
“Y no me arrepiento de nada, lo haría todo de nuevo. ¿Lo sabes, no?”
Asentí mientras sentía que mis ojos se llenaban de lágrimas.
“Tú eres mi familia, Cage. Siempre lo serás.”
“Tú también, Low. Siempre.”
Marcus se aclaró la voz desde la puerta. Di un paso atrás y me sequé las lágrimas antes de que pudiera verlas.
“Cuida de ella,” le dijo Cage a Marcus.
“Lo haré.”
Cage asintió con la cabeza y se metió la llave en el bolsillo.
“Creo que haré ese viaje por carretera. Voy a tener un montón de tiempo libre ahora.”
“Vete y diviértete.”
Cage sonrió.
“Está bien.”
Él asintió hacia el sofá.
“Y acaba de llevarte el sofá. No voy a aceptar tu dinero.”
“Quiero pagártelo. Vas a tener que poner otro.”
“Estoy pensando en poner unos colchones hinchables aquí. Podría hacer orgías.”
“¡Ugh! Cállate Cage,” le empujé haciéndole perder el equilibrio.
Se rio mientras se encogía de hombros.
“Ey, pensé que querías que viviera un poco.”
“Estás loco, Cage York.”
Marcus vino y me cogió la maleta.
“¿Estás lista?”

Le sonreí y asentí. Estaba lista. Estaba preparada para todo lo que pudiera pasar.




FIN

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