Willow
Miré hacia abajo a Cage, estaba tendido en el suelo a mi
lado. De algún modo había logrado encontrar algunas mantas y una almohada
anoche cuando él había regresado.
Él apestaba a whisky y a sexo. Yo no le había permitido
dormir a mi lado cuando había estado con otra chica, chico loco. Me resistí a
la tentación de cepillarle el pelo largo y negro y ponérselo fuera de los ojos.
Tenía que salir y si lo despertaba me detendría. Mi hermana estaba esperándome
para cuidar a mi sobrina Larissa hoy. Yo todavía estaba enfadada con ella, pero
Larissa era solo un bebé y ella me necesitaba. Ella no podía ayudar con el
hecho de que su madre era una mocosa egoísta.
Tomé la colcha de la cama mientras me levantaba y cubrí con
suavidad medio cuerpo desnudo de Cage. Se había quitado sus bóxer anoche en un
intento de quitarse el olor a humo, whisky y a mujeres baratas. No importa que
siguiese oliendo a todas esas cosas.
Su cuerpo ridículamente cincelado era siempre de color dorado.
Su madre era india y eso se reflejaba en su rostro. Los intensos ojos azules
son la única cosa que tiene genética y físicamente de su padre. Ese es uno de
los muchos lazos que Cage y yo compartimos, los padres ausentes.
Mi ropa sucia se apilaba en un rincón de la habitación de
Cage en un cesto de plástico de la ropa. Yo necesitaba tiempo para lavar la
ropa. Cogí un par de vaqueros y una camiseta de “Béisbol del huracán” de Cage,
ya que no tenía otra cosa, me vestí rápidamente y en silencio.
Después me lavé el pelo, cerré mi maleta y tiré mi ropa de
la noche anterior en el cesto de la ropa sucia. Cerrando con cuidado la puerta
de la habitación detrás de mí, sin que Cage se despertase, me di la vuelta y me
dirigí a la nevera. Necesitaba un poco de café y quería dejarle algo listo a
Cage para cuando se despertase. Dios sabe lo que iba a necesitar después de la
noche que pasó.
“Pensaba que te habías ido anoche”. Me di la vuelta y me
encontré a Marcus Hardy en la mesa de la cocina con un periódico y una taza de
café en sus manos. Me gustaría que no fuese tan precioso. Marcus no estaba a mi
alcance o incluso en mi atmósfera. Cómo Cage había conseguido a Hardy como
compañero de piso, no tenía ni idea. Preston debe tener una estrecha relación
con Marcus, ya que parecía extraño que Preston fuese más maduro que Cage y yo.
“Um, no, fue Cage el que se fue ayer por la noche”.
Marcus frunció el ceño de nuevo, ese ceño de desaprobación
que había visto ayer por la noche. Él no nos pilló a Cage ni a mí en absoluto.
Yo no estaba segura si él nos estaba juzgando a Cage o a mí
pero eso me molestaba. A pesar de que tenía los ojos verdes más bonitos que
jamás había visto en mi vida.
“¿Cage no está aquí?”, negué con la cabeza.
“No, él está de vuelta. Tuvo mmm… una llamada anoche y se
fue. Volvió hace unas horas.”
“Así que te dejó aquí mientras él se iba…”
Suspiré y tomé una taza de café. “Sí. Yo iba a hacerme unos
huevos y unas tostadas. ¿Quieres un poco?”.
Esa no había sido la respuesta que
yo esperaba. Yo estaba segura de que iba a vencer esa cosa con Cage. En cambio,
él se estaba ofreciendo para prepararme el desayuno.
“No, gracias, tengo que ir a cuidar a mi sobrina hoy”.
Levanté la taza de café en la mano, “Toma tazas de café sin mí cuando me vaya,
yo siempre traigo más.”
Marcus se encogió de hombros. “No te preocupes, no son mías
de todos modos”.
“Lo sé. Las compré para Cage cuando empezó a vivir aquí.”
Marcus se puso de pie y se acercó a la nevera y comenzó a
sacar huevos y mantequilla. Si fuera honesta conmigo misma aceptaría que yo
tenía muchas ganas de quedarme aquí y verlo cocinar. A continuación, desayunar
con él e intentar hacerlo sonreír. Estaba segura de que tenía una sonrisa
bonita. Esos ojos verdes probablemente brillaran.
“Si estás segura que no puedes quedarte. Mi cocina es muy
muy impresionante.” Marcus se inclinó para abrir el cajón que estaba al lado
mío. Pude oler el olor a jabón limpio mezclado con café y algo más, esto me
recordó a los días cálidos de verano.
Luché contra el impulso de agarrar su camisa y olerle. Él
pensaría que estoy loca. Yo siempre había pensado que el olor de Cage después
de ganar un partido era el mejor del mundo. Sin embargo, el sudor, la cerveza y
los cigarrillos de Cage no podían competir con la limpieza de Marcus Hardy.
Bueno, yo me tenía que ir.
“Mmm, bueno, tengo que irme corriendo. Gracias de nuevo por
el desayuno otra vez. Tengo que llegar a casa de mi hermana antes de que ella
traiga aquí a mi sobrina”.
Marcus levantó la vista y vi que tenía el ceño fruncido.
Parecía preocupado. Si supiera que ese era el menor de mis problemas… Me
pregunté qué pensaría si supiera que en realidad no tenía donde vivir. El sofá
de mi hermana y la cama de Cage eran las únicas opciones que tenía de momento.
De alguna manera yo sabía que él querría arreglarlo y eso me puso roja. Sacudí
de mi cabeza las ilusiones sobre Marcus, me puse cerca suya y de su bondad
deliciosa y luego me dirigí a la puerta.
“¿Vas a estar bien?”. Dijo él cuando yo estaba cogiendo el
pomo de la puerta. Una sonrisa asomó de mis labios. Yo tenía razón. A él le
importaba. Pero los chicos como Marcus querían salvar el mundo.
“Sí”, le respondí mirando hacia atrás por encima de mi
hombro y sonreí antes de salir a la calle y dirigirme a mi realidad.
“¿Dónde diablos has estado? No, espera, no me lo digas. Has
estado en la cama de Cage de nuevo. Tú sabes que no tienes derecho a juzgarme
cuando te vas a dormir con esa puta masculina.”
Me mordí el interior de la mejilla para no gritar. Mi
hermana estaba tan poco involucrada en mi vida que no tenía ni idea de la pista
que seguía. Sí, Cage probablemente era considerado una prostituta masculina,
pero él ha cambiado. Él tiene establecidos unos modelos de chicas bastante
elevados. Nunca dejó de divertirme que la gente pensara que yo era una de sus
muchas conquistas.
Yo no era su tipo, en absoluto. Para empezar él me tenía
cerca. Nunca mantenía a una chica cerca después de acostarse con ella. En
segundo lugar, yo no era lo suficientemente alta, era pelirroja y tenía las
caderas demasiado grandes, y mi pecho era demasiado real.
A Cage le gustaban mucho los pechos operados. Extraño pero
cierto. De todos modos, mi hermana era el tipo de Cage. Por supuesto que ella
era pelirroja también, pero su pelo era rizado y era alta y delgada. El pelo
rojo le quedaba mejor a ella que a mí. Ella era una pelirroja sexy. Yo, no
tanto.
“Estoy aquí ahora. Sólo tienes que irte y dejar de maldecir
y gritar delante de Larissa. Me llevo una semana entera conseguir que ella
dejara de decir mierda cuando ella tiraba las cosas”.
Si yo no estuviera
preocupada por el hecho de que pudiera convertirse en una palabra permanente en
su vocabulario, me habría parecido gracioso. Ella se sentaba en su silla alta y
dejaba caer un cheerio a la vez. Cada vez que uno rebotaba sobre el suelo ella
gritaba “mierda”, aplaudía y volvía a hacerlo de nuevo. Todo esto fue gracias a
que mi querida hermanita decía “mierda” cada vez que Larissa tiraba su comida
al suelo. Por lo tanto, mi sobrina había decidido jugar también.
“Lo que sea, era divertido. Me tengo que ir. Llama a Janet
Hall, la chica con los rodillos de esponja en su pelo rubio, que vive tres
casas más abajo, y pregúntale si puede ver a Larissa mañana. Tú tienes clase
mañana, claro”.
Asentí con la cabeza, “Sí”.
Odiaba dejar a Larissa con la mujer de los gatos. Ella había
llegado a casa con varios rasguños de todos los gatos que había en aquella casa
la última vez que se quedó allí, sin
olvidar que el lugar olía caca de gato. Pero yo no podía faltar a ninguna clase
o sacar menos de B en cualquiera de mis cursos o podía perder mi beca.
Necesitaba esa beca. Faulkner era una universidad junior y era todo lo que
podía conseguir. Una vez que no tuviese la beca no podría seguir estudiando. A
menos que pidiese un préstamo de estudiante y teniendo en cuenta que ni
siquiera tenía una casa, eso parecía poco probable.
“Está bien, me voy. No llames a mi teléfono mientras estoy
trabajando. Si tienes algún problema, soluciónalo”. Y ella se fue, sin un beso
de despedida para Larissa. Yo la odiaba por eso, por lo menos.
Mi madre murió de cáncer cuando yo tenía 12 años, dejándonos
solas a mi hermana y a mí. Tawny tenía 18 años y ella tenía mi custodia y por
suerte la casa estaba pagada por la herencia de mi madre. La casa se la había
dejado a Tawny, junto con el poco dinero del banco.
Ella había obtenido su GED (certificación que obtiene un
estudiante si ha aprendido los requisitos necesarios del nivel de la escuela
preparatoria) en lugar de terminar su último año y logró conseguir un trabajo
para pagar sus cuentas.
Una vez que yo estaba en la edad de trabajar, conseguí un
trabajo para ayudar después de la escuela. Entonces Larissa nació hace poco más
de un año y todo se volvió más difícil. Tawny me dijo que no podía soportar más
y yo necesitaba conseguir mi propia casa. No me podía permitir mi propia casa
trabajando de camarera. Así que, ella decidió que si yo cuidaba de Larissa
mientras ella trabajaba, me dejaría quedarme una noche gratis. El problema era
que ella no me necesitaba todos los días para cuidar a Larissa, y cuando no la
cuido ella no me deja que me quede por la noche.
Suena duro, pero la verdad es que estoy más tiempo con Larissa
que su padre, él vuelve por las noches y ella no quiere saber quién es. Si no
fuera por su secreto sobre quién es, estoy bastante segura que ella me dejaría
quedarme.
Al principio iba a la iglesia metodista, ya que tienen un
refugio, pero cuando Cage se enteró de que iba allí porque Tawny no me dejaba
quedarme en su casa, él se volvió loco. Ahora, yo voy a casa de Cage. Traté de
luchar contra la idea de que quiere casarse conmigo, pero le necesito. Aunque
él sea posesivo y loco a veces, él me cuida. A él le gusta saber que tiene la
capacidad para cuidar de alguien.
Cuando la abuela de Cage murió le dejó todo lo que había
guardado y escondido dentro de su colchón. Cage nunca había conocido a la mujer
porque su madre había huido de su casa cuando tenía 16 años y nunca había vuelto.
Había sido una sorpresa cuando Cage recibió un cheque por más de doscientos mil
dólares.
Lo primero que hizo Cage con el dinero fue comprar su
apartamento. Él pensó que era una buena inversión y quería un poco de
seguridad. El resto del dinero lo puso en el banco y va aumentando poco a poco
por el interés. Ha estado tratando de conseguir que me mude con él desde
entonces.
"Lowlow fuera," Larissa exigió golpeando su
pequeño puño regordete en la bandeja de su silla. Últimamente había dejado de
llamarme Mamá a Lowlow. Tawny se enfureció cuando me llamó mamá. Yo había tenido
que trabajar para cortar ese hábito.
"Sí, yo te sacaré, pero primero vamos a lavar el
plátano de las manos."
Marcus
“¿Cuándo se fue Low?, " gruñó Cage mientras salía de la
puerta del dormitorio una hora después de que Willow se hubiese ido. Podía oler
el whisky en su aliento a través del cuarto. ¿Cómo que dormir cerca de eso?
"Hace más o menos una hora."
Él asintió con la cabeza y sacó el teléfono de su bolsillo.
Traté de aparentar que estaba centrado en la pantalla de mi lap top en lugar de
estar interesado por lo que iba a decirle.
"Oye nena, ¿Por qué te fuiste sin despertarme? Oh
vamos. Sabes que yo me hubiera despertado. Lo siento. No debería haber dejado
que te fueses. No, yo no debería haberlo hecho. Pensé que estabas durmiendo. Quiero
que vuelvas esta noche y por favor coge la llave, la sigo guardando para ti. No
me gusta tener que estés con ella y que Dios me ayude si me entero de que te
vas a volver a ese maldito refugio. Iré a buscarte yo mismo si tu culo no está
aquí esta noche. Tengo un partido de esta noche. ¿Quieres venir? Me comprometo
a estar contigo después. Bien bien. Pero vienes aquí. Si necesitas descansar antes
de la clase de mañana pon tu culo sexy aquí y te vas a la cama. Prometo no
apestar esta noche. "Cage se rió y colgó el teléfono.
“Esa chica me va a volver loco, te lo juro”. Levanté la
vista de la pantalla de mi ordenador. Cage estaba sirviéndose una taza de café.
“¿Tomé un poco de café antes de irse?”
“Sí, lo hizo”.
Él asintió con la cabeza y se apoyó en el mostrador.
“¿Ella parecía molesta o cansada?” Ella parecía derrotada,
pero no quería decírselo. No porque yo estuviese preocupado por él, pero yo no
creo que ella quiera señalar que la observo.
“Ella parecía estar bien”. Pensé en la parte de su
conversación telefónica en la que había ido a un refugio. Mis entrañas se
encogieron ante el pensamiento de que Willow pudiese dormir en un refugio.
“¿Qué quieres decir acerca de que ella se va a un refugio?”
Cage maldijo y negó con la cabeza, "Que su hermana es
mala como el infierno. Se trata básicamente de echar a Low fuera. Yo no sabía
nada al principio. Me enteré de que estaba durmiendo en una iglesia que tenía
una especie de refugio para desamparados. Estaba tan jodidamente furioso que
podría haber matado a su hermana con mis propias manos. "
"¿Dónde vive entonces?” Tenía la sensación de que no me
iba a gustar esta respuesta, pero lo necesitaba saber.
"En los días en que cuida a su sobrina, su hermana le
deja pasar la noche. El resto del tiempo se viene aquí. Traté de mudarla a la
habitación en la que estás, pero ella se niega. Dice que no puede manejar mi
estilo vida a tiempo completo. La única razón por la que no presiono es porque
acabaría perdiendo. Ella vería lo pedazo de mierda que realmente soy y yo no
puedo perderla. No puedo perderla."
El tipo estaba realmente jodido. ¿Cómo podía realmente estar
enamorado de Willow si él ni siquiera podía dejar de acostarse con cada chica
con un par de piernas largas y tetas falsas con el fin de hacerse cargo de ella
y mantenerla a salvo?
"Ya veo", le contesté, aunque yo no lo hice. Jaula rió y se sentó con la taza de café en la mano.
"No, dudo que lo veas."
No respondí porque tenía razón.
El golpe en la puerta me sorprendió, a pesar de que había
estado esperándola durante horas. Desde que Cage me dijo que esperara a Willow
sobre las 7, había estado sorprendentemente ansioso. Tendría a Willow para mí.
A pesar de que yo sabía que no era prudente estar así. Ella me fascinó.
"Hola Marcus," ella me sonrió mientras abría la
puerta y se quedó atrás para dar un paso dentro.
"Hola."
"Espero no estar interrumpiendo tu noche. Me acabas de
ignorar y puedes seguir con lo que estabas haciendo. Incluso me puedo ir a la
habitación de Cage, si prefieres intimidad".
No puede ser. "No, uh, realmente necesito un poco de
compañía. He estado trabajando en conseguir mis cursos en línea. Necesito un
descanso y una conversación real.”
Ella sonrió y aparecieron esos dos hoyuelos y se dirigió a mí.
"¡Qué bien! He traído un DVD que alquilé en la Red Box
y algunos ingredientes para una pizza casera."
Levantó la mano donde
llevaba una bolsa grande. Aseguró en su otra mano la maleta vieja.
Mi estómago se retorció ante la idea de que ella tuviera que
llevar sus cosas con ella. Y el hecho de que una pequeña maleta contuviese todo
lo que ella tenía. La colección de trajes de baño de mi hermana ni siquiera
podría caber en esa cosa.
"Eso suena perfecto."
"¿Eres bueno cortando verduras?"
Yo me subí las
mangas y flexioné mi brazo, "De hecho, he tenido muy buena
experiencia."
Ella se echó a reír haciéndome sentir como si me acabase de
mudar a una montaña en vez de habernos puesto de acuerdo para cortar verduras
con ella. La seguí a la cocina y disfruté de la vista de su trasero. Esta noche
no había cubierto las increíbles piernas con pantalones vaqueros. Un par de
pantalones cortos de color caqui y una camiseta roja ajustada exponían sus
melocotones impecables y su piel crema. Y su pelo colgaba por la espalda libre
de la cola de caballo. Las olas sedosas parecían casi irreales.
"Está bien, yo sé que hay un cuchillo decente porque me
llevé uno hace un par de semanas. Vas a
tener que hacer una búsqueda del tesoro para encontrarlo y una tabla de cortar
y tendrás las verduras lavadas. "
Empecé a buscar el cuchillo mientras intentaba mantener la
sonrisa tonta de mi cara. "¿Cuántos años tiene tu sobrina?" Yo estaba
decidido a averiguar más cosas sobre ella esta noche. La chica era un enigma.
Echó un vistazo por encima del hombro y me sonrió:
"Ella cumplió un año el mes pasado."
Abrí un cajón y encontré el cuchillo que faltaba. "Lo
encontré".
“Oh qué bien. Ahora, empieza a cortar las setas”, dijo
asintiendo con la cabeza en dirección a las setas, que estaban encima de una
toalla húmeda.
“Sí, señora.”
“Así que, ¿te gusta vivir con Cage?”
“Él es un buen tipo. Raramente está aquí. Ha sido fácil
encontrar tiempo para estar tranquilo para mis clases en línea.”
“Cage no puede quedarse mucho tiempo. Él es muy sociable.
Siempre ha sido así. Cuando éramos niños siempre estaba fuera. Así que muchas
noches se coló por mi ventana porque se había quedado hasta muy tarde y su
madre le había dejado fuera.”
Yo no entendía cómo un padre podía dejar a su hijo fuera de
la casa, porque se había olvidado del toque de queda. Mis padres siempre
estaban de pie en la puerta para castigarme cuando llegaba tarde a casa.
“Deja de fruncir el ceño”, ella se rio y me dio un codazo.
“Puedo ver prácticamente lo que piensas. Tú eres amigo de Preston y no
entiendes el tipo de casa que él tenía. Bueno, a la mayoría de los niños de nuestro
barrio les pasaba algo similar."
Forcé una sonrisa y centré toda mi atención en las verduras.
“No, sí, quiero decir que lo entiendo.” Eso no tenía ningún sentido.
Willow dejó escapar una risa suave y comenzó a mezclar la
masa de la pizza. Trabajamos en silencio y me esforcé para centrarme en las
verduras que se suponía que debía cortar mientras ella amasaba.
Sus brazos eran delgados pero el pequeño músculo que
flexionaba cuando empujaba y tiraba de la masa era increíble. ¿Qué me pasaba?
“Entonces, ¿vives aquí porque estabas cansado de la vida
universitaria o porque tienes grandes planes que explican tu cambio repentino
de sitio?”
Ella no era la primera persona que me hacía la misma
pregunta. Me habían acribillado a preguntas todos mis amigos, porque ellos
sabían que a mí me encantaba la vida en Tuscaloosa. También sabían que yo
estaba deseando alejarme de la chica que se había metido en mi piel el verano
pasado. Sin embargo, Willow fue a la primera persona que yo realmente le quería
contar la verdad, pero era demasiado pronto.
“Cosas de mi familia me trajeron a casa.”
Yo me preparé para cuando ella empezase a presionar como
Preston, pero ella se limitó a asentir y se inclinó para recoger una muestra de
las setas que había picado y comencé a echarlas sobre la pizza.
“La familia puede arruinar las cosas o puede que no”, su
tono derrotado me llegó al corazón. Me encantaría poder estrecharla entre mis
brazos y prometerle que todo iba a ir bien, pero probablemente la asustaría. En
cambio, me limité a asentir y me incliné para espolvorear cebolla en la pizza
sólo para rozar mi brazo con el suyo.
“Esta ha sido una de las mejores pizzas que he comido”,
admití después de ayudar a Willow a limpiar nuestro desorden en la cocina.
“Hacemos un buen equipo”, dijo lanzándome una sonrisa por
encima del hombro, mientras ponía el DVD en el reproductor.
Me senté en la silla con respaldo recto para dejarle el sofá
disponible a ella. Había espacio suficiente para los dos en él, pero no quería
que se sintiera incómoda si yo me sentaba a su lado.
Willow se volvió y frunció el ceño. “No muerdo Marcus.
Puedes sentarse en el cómodo sofá conmigo. Esa silla debe ser muy incómoda.”
Eso era todo lo que necesitaba. Salté y me senté en el
extremo del sofá y estiré las piernas delante de mí.
“No tienes que decírmelo dos veces, sólo estaba intentando
ser amable.”
Willow se rió y sacó una manta para cubrirse. Ella no se
sentó en el extremo opuesto y eso me sorprendió. En cambio, se sentó a mi lado,
lo suficientemente lejos para que nuestros cuerpos no se tocasen y levantó la
manta. “¿Quieres compartirla?”
“Sí”, yo no era muy friolero que digamos, pero no podía
rechazar la oferta de compartir la manta con Willow.
“Muy bien”, ella anunció mientras la extendía a lo largo de
los dos, “allá vamos.”
El cuarto oscuro estaba iluminado por la pantalla de la
televisión. El calor del cuerpo de Willow era tan tentador. Quería acercarme
más y pasar mis dedos por su cabello. Me moría por saber si era tan suave como
parecía desde el primer momento en que le abrí la puerta para encontrármela
llorando. Como si leyera mi mente se deslizó hacia mí y puso su cabeza en mi
hombro.
“Espero que no te importe, pero soy muy cariñosa cuando veo
películas.”
Casi me ahogo con mis propias palabras. “Uh, no, no me
importa.”
A pesar de que se había acortado la distancia, obligué a mi
brazo a permanecer en la parte trasera del sofá y no tocarle el pelo.
“Ni siquiera es una comedia romántica. Pensé en ti cuando la
alquilé y tú no pareces ser el tipo de chico que le guste una comedia
romántica. Fui a por una película de ciencia ficción en su lugar.”
Con ella acurrucada conmigo en el sofá incluso podría ver Princesa por sorpresa, aunque la
aborrecía desde que mi hermana me había obligado a verla una y otra vez cuando
ella era pequeña.
“Las películas de ciencia ficción son buenas”, le aseguré
sabiendo que no sería capaz de concentrarme en nada con el olor dulce a
madreselva de su cabello.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarcuando termine la segunda parte y si tengo tiempo supongo que si
ResponderEliminarGracias.
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