Preston
"¿Podemos hacerlo así?" preguntó Amanda nerviosamente mientras se sentaba a horcajadas encima mío.
Dios, era tan malditamente inocente. Saber que era el único que la había tocado y que había podido disfrutar de ella, me volvía loco. Quería mantenerla cerca y lejos de todos los demás.
"Sí, cariño, claro que podemos hacerlo así," le aseguré mientras sostenía sus caderas. "Vas a tener todo el control."
Me incliné hacia delante y tiré de uno de sus pezones con mi boca. Estaba seguro de que era adicto a ellos. Ella arqueó la espalda y dejó escapar un suave gemido.
"Te quiero dentro de mí," suplicó,
Le sonreí. "Entonces, hazlo."
Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego poco a poco empezó a bajar su cuerpo hasta la punta de mi erección.
"¿Sigo bajando?" preguntó ella, mirándome.
Si no estuviera tan caliente, me habría reído.
"Sí, sólo tienes que seguir bajando." Me gustaba la forma en la que lo decía.
Se mordió el labio inferior mientras seguía.
"Esto es muy bueno," gemí.
"Sí que lo es," jadeó.
Paró y deseaba empujarla, pero me contuve. Ella tenía el control.
"¿Debo seguir?" Ella estaba respirando rápido y fuerte, por lo que sus pechos rebotaban suavemente en mi cara. Dios, no hay nada mejor que esto.
"Hasta abajo del todo," le aseguré.
Se hundió hasta el fondo y mis caderas se resistieron por propia voluntad, lo que la hizo gritar.
"Fóllame, nena," gruñí.
"Oh, dios. Se siente tan bien," dijo ella, echando la cabeza hacia atrás y dándome acceso completo a su bonito cuello. Me incliné, le besé y le lamí varios puntos débiles antes de que ella comenzara a moverse. Levanté las caderas y me dijo: "Quiero moverme."
"Arriba y abajo, nena. Tan rápido o lento como quieras. Tú llevas el control."
"Oh," suspiró ella, abriendo cada vez más los ojos.
Quería hacerme cargo yo, esto me estaba poniendo jodidamente loco. Quería cogerla de la espalda y bombear dentro y fuera de ella hasta que ambos gritásemos. Pero al ver su cara al hacer esto por primera vez, me mantuve. Esto era algo que nunca olvidaría.
"Preston," suspiró.
"¿Sí, nena?"
"¿Puedo ir más rápido? Quiero ir más rápido."
Joder, sí.
"Móntame tan rápido y duro como desees. Si se siente bien para ti, se siente increíble para mí, te lo prometo. No puedes hacer esto mal."
Asintió, puso sus manos sobre mis hombros y se hundió rápidamente dentro de mí.
"¡AH!"
Lo hizo de nuevo, esta vez más fuerte. Era la cosa más increíble que jamás había sentido. Hacía más calor que antes, y era tan suave...
¡MIERDA!
No llevaba puesto un condón. Mierda, mierda, mierda.
Agarré su cintura mientras comenzaba su ritmo y la detuve.
"No, por favor," me rogó, hundiéndose de nuevo en mí. "Sí, oh dios, Preston."
No me jodas. ¿Cómo iba a parar esto?
Ella levantó las caderas y se dejó caer sobre mí con fuerza, y luego volvió a gritar. Estaba tan cerca...
"Manda, tengo que ponerme un condón."
No paró como hubiera esperado. Ella levantó sus caderas más rápido, se echó hacia atrás y hacia delante haciendo pequeños gemidos sexys. Me iba a empujar al límite.
"Manda, un condón, bebé. Me olvidé de ponérmelo."
"No te preocupes. Estoy tomándome la píldora," dijo antes de presionar con más fuerza, meciendo sus caderas hacia atrás y adelante.
¿Por qué coño estaba tomando la píldora?
"¡Preston, AH! Preston," gritó, agarrando mi hombro, se inclinó hacia adelante y empezó a temblar en mi regazo.
No podía contenerme. La envolví con mis brazos y hundí la cabeza en su hombro mientras me liberaba dentro de ella.
Amanda
No quería moverme. Nunca. Preston estaba dentro de mí. Me quedé completamente satisfecha, y su boca estaba mordisqueando mi cuello.
"¿Por qué estás tomando la píldora?" me preguntó Preston contra mi cuello.
Sonriendo, arqueé mi cuello para que pudiera acceder más a mi cuello.
"Períodos irregulares. Llevo tomando la píldora desde que tenía dieciséis años."
Nunca había pensado que tomar esa pequeña píldora cada día iba a ser tan práctico.
"Nunca he tenido relaciones sexuales sin condón antes," dijo, inclinando la cabeza hacia atrás para mirarme. "Estar dentro de ti sin nada entre nosotros fue la mejor experiencia de mi vida."
Mi cuerpo estaba caliente por todas partes, sabiendo que había disfrutado tanto como yo, lo hacía aún mejor.
Preston se inclinó hacia delante y me besó.
"Sin embargo, no es segura. Aunque se sienta muy bien, no podemos hacerlo de nuevo. Tenemos que protegerte... tengo protección. ¿Podemos hacerlo otra vez?"
"Si eres un muy buen chico," bromeé.
Sus manos se deslizaron por mi espalda hasta que acariciaron mi trasero.
"Puedo ser muy bueno, así querrás desnudarte para mí todo el tiempo."
Riendo, moví las caderas y lo sentí duro todavía dentro de mí. Oh.
"Manda, si no te quitas de encima, vamos a tener una segunda ronda muy pronto."
Me moví un poco más en su regazo y esta vez él se rió.
"Vas a matarme. Muerte por relaciones sexuales con la mujer más caliente del planeta. Esa es una manera cojonuda de morir."
Un golpe en la puerta me sorprendió y Preston se tensó debajo de mí. Miré a la puerta y se levantó. Luego me dió una toalla.
"Ve al baño y dúchate."
Estaba preocupada por si era Marcus. No quería que le hiciera más daño a Preston. Me envolví la toalla y me quedé allí.
Preston señaló al baño y sacudí la cabeza.
"Podría ser Marcus."
Preston se echó a reír.
"Bueno, de pie ahí no serías de mucha ayuda."
"No puedes abrir la puerta desnudo," señalé.
Bajó la mirada y sonrió.
"No, no puedo."
Se dirigió al dormitorio y escuchamos otro golpe y un "Sé que estás ahí. Abre la maldita puerta," lo que nos dijo que era Dewayne.
Preston salió con unos pantalones para correr y señaló hacia el cuarto de baño.
"Es Dewayne, y los dos sabemos que no está aquí para pegarme. Dáte una ducha y no salgas en una toalla."
Sonreí, entré en el cuarto de baño y cerré la puerta detrás de mí.
Presioné la oreja a la puerta, para escuchar si era Dewayne antes de ducharme. Podría estar aquí para advertirnos de que Marcus estaba en camino.
"¿Está aquí?" preguntó Dewayne.
"Las palabras viajan rápido.”
Dewayne dejó escapar una carcajada.
"Claro que sí. Jugar con la hermana de Marcus, eso es jodido, incluso para ti."
"Cállate, D. ¿Qué quieres, aparte de saber si Amanda está aquí?"
"Ah, ya sabes, lo de siempre. Tienes a Marcus listo para pegarle a cualquiera que le pase por en medio. Rock y yo estamos evitando que lo metan en la cárcel. Así que tengo que saberlo, ¿sólo es acostarte con ella o es algo más?"
"Es Amanda, D. No digas eso. Nunca." Hubo una pausa.
"Así que Rock tenía razón. Para que pierdas el tiempo con ella, tiene que ser por una razón. Ha llegado a ti."
"Me he sentido atraído por ella durante años, pero es demasiado joven. Es diferente con ella... todo es diferente."
Al oírle admitir que era diferente conmigo, se alivió la preocupación de que nunca podría llegar a quererme. Sólo para saber que él sentía algo.
"Diría que es tu problema, pero desde que éramos niños, si algo va mal con uno de nosotros, entonces es asunto de todos. Sólo ten cuidado. Sé la mierda en la que estás metido. Y una relación no se puede construir sobre eso, y Manda no es el tipo de chica que se usa por un tiempo."
"Lo sé. ¿Te crees que no lo sé?"
Otro momento de silencio, la puerta principal se abrió y se cerró.
Di un paso atrás y respiré hondo. La puerta del baño se abrió y Preston entró dentro con una sonrisa maliciosa en la cara.
"Voy a limpiarte y me vas a mostrar esas habilidades de canto en la ducha. He estado esperando todo el maldito día para escucharte."
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