miércoles, 7 de agosto de 2013

CAPÍTULO 15

Marcus

Miré a Low que salió del baño con un vestido rojo por encima de la rodilla y un par de botas de vaquero y me olvidé momentáneamente de respirar. La imagen de ella en mi regazo, con los ojos vidriosos de placer cuando había gritado mi nombre no se me iba a olvidar. Me merecía algún tipo de premio. Yo no podría haber hecho con tanta facilidad el amor con ella. ¿Acabo de decir amor, cuando había pensado en eso como hacer el amor? Era sexo. Siempre había tenido relaciones sexuales. A veces, muy buen sexo, pero sólo sexo.
Mis ojos viajaron hasta su cara. Su cabello estaba recogido en dos coletas bajas y le cubría los hombros. ¿Quién diría que las coletas podrían ser tan sexys? Me la encontré mirándome con recelo y sonreí. Ella era mía.

“¿Está bien?”
Me tragué el nudo de la garganta. Joder… me voy a enamorar de ella.
“Sí, te ves increíble.”
Me miró, me acerqué a ella y le cogí la mano.
“¿A dónde vamos exactamente?”
Quería darle una sorpresa, pero al mirarla luché con la tentación de llevarla de vuelta a mi habitación y encerrarla allí conmigo. Me gustaría ser capaz de mantenerla para siempre de esa manera.
“No tendrás nada que ver con estrellas de rock, ¿verdad?” Ella frunció el ceño y negó con la cabeza lentamente.
“No, ¿por qué?”
Me sentí un poco mejor, pero la necesidad de mantenerla a buen recaudo todavía tiraba de mí.
“Está bien, está bien. Vámonos.”

Ella se echó a reír y me siguió. El lugar estaba lleno, no era sorprendente. Llegué a la puerta de seguridad y un guardia salió de su puesto y se acercó a la camioneta. Bajé mi ventana y esperé.

“¿Puedo ayudarte?”
Me preguntó frunciendo el ceño.
“Marcus Hardy y acompañante. Mi nombre está en la lista.”
El guardia asintió y habló por el auricular.
“Están aquí Marcus Hardy y su acompañante.”
“Déjame ver tu identificación,” dijo el guardia un poco más amable.
Saqué mi cartera del bolsillo y se la entregué. La vio y me lo devolvió.
“Muy bien señor Hardy, cuando se abra la puerta coja el camino de la derecha. Aparque en el aparcamiento pequeño. A continuación, en la segunda puerta de la entrada habrá otro guardia. Tendrá que identificarse de nuevo antes de poder pasar.”
“De acuerdo, gracias.”

Él asintió con la cabeza y retrocedió cuando la puerta se abrió. Avancé y miré a Willow. Ella estaba observándolo todo, sus ojos se encontraron con los míos y sonrió.

“Estamos a punto de entrar en el back stage del concierto de Jax Stone, ¿verdad?”
Me reí. Supongo que era fácil de adivinar después de toda la seguridad que había.
“Invitada con suerte,” respondí.
Ella juntó las manos y chilló.
“¡Oh guau! Nunca había estado en un concierto antes y mi primera vez voy a estar en el back stage.”
Aparqué y apagué el motor antes de mirarla.
“Hay todo tipo de camisetas antiguas de rock,” señalé.
“Me gustan. Nunca pensé que iba a ir a un concierto de verdad, así que compro una siempre que las encuentro en tiendas de segunda mano.”

Interesante. Iba a guardar esa información.

“Así que ¿tu entusiasmo es porque vienes a un concierto de rock y no porque estás a punto de conocer a Jax Stone?”
Necesitaba aclararlo para mi propia tranquilidad. Ella se rio y levantó las cejas burlonamente.
“Bueeeeno, quién sabe. Nunca he conocido a alguien famoso antes.”
¿Por qué estaba celoso? Esa era una estupidez, Jax amaba a Sadie. Él no me iba a quitar a Low. Asentí con la cabeza.
“Está bien, es justo.”

Di la vuelta, bajé a Willow de la camioneta y nos dirigimos a la puerta. El tipo de seguridad hizo lo mismo que el anterior. Él se fijó demasiado en Willow para mi gusto la verdad. Tan pronto como la puerta se abrió Sadie nos saludó.

“Lo hiciste,” me miró y luego miró a Willow.
“Sí,” le contesté sonriendo ante la emoción de los ojos de Willow, ella lo observaba todo a su alrededor.
“Estoy tan contenta. Sígueme, quiero que Jax conozca a Willow antes de que se vaya. Él tiene una niña pequeña y su madre está allí. Es una larga historia, la conoció en Sea Breeze este verano y la reconoció. Él le dio su tarjeta personal y la promesa de conseguirles pases de back stage en su concierto aquí. Luego se canceló el concierto debido a cosas de mi familia. De todos modos se trata de su concierto y él quería que fuera muy especial ya que ella ha tenido que esperar tanto tiempo.”
“¡Qué dulce!,” dijo Low demasiado soñadora para mi gusto.

Cállate Sadie. Apreté la mano de Willow y me miró con una expresión emocionada y de repente desapareció mi momento de celos.

“Aquí estamos,” dijo Sadie y le dio una palmada al guardaespaldas.
“Gracias Ryan,” dijo y el gigante enfadado sonrió un poco y luego volvió a fruncir el ceño.
“He vuelto y tengo compañía.” Dijo Sadie mientras entraba en la habitación enorme y me recordó a una suite de un hotel.

Jax se levantó de la silla grande de cuero negro donde estaba descansando y mostró su sonrisa de estrella del rock a Willow y me entró un odio repentino. ¿Por qué demonios la había traído hasta aquí?

“Marcus,” asintió con la cabeza en señal de saludo.
“Jax,” le contesté tratando de no sonar molesto.
“Y tú debes de ser Willow. He oído muchas cosas tuyas en las últimas 24 horas.”

Sadie había estado hablando con Jax sobre Willow. De repente entendí por qué estábamos aquí, y me gustó lo que estaba empezando a entender.

“Oh, guau. Mmm…”, tartamudeó Willow.
Jax la había puesto nerviosa y de repente estaba molesto de Nuevo.
“Él tiene ese efecto en las personas,” bromeó Sadie y caminó hacia él.
Él envolvió su brazo alrededor de ella atrayéndola hacia él y le besó la parte superior de la cabeza. Eso me hizo sentir mejor.
“Me imagino,” contestó Willow apretándome la mano.
Estaba nerviosa. Quería arreglarlo, pero no sabía qué hacer para ayudarla a relajarse.
“Entonces Willow, ¿te gusta mi música o viniste porque te trajo Marcus?,” dijo Jax con un tono de burla en su voz.
“Oh, me gusta. Yo no sabía realmente a dónde íbamos. Marcus no fue muy preciso,” ella me miró sonriendo, “pero me lo imaginé cuando pasamos por tanta seguridad.”
A Jax se le veía muy divertido.
“Bueno, eso es un alivio. Sadie odiaba mi música cuando la conocí. Soy un poco tímido ahora con las chicas del sur.”
“Jax Stone tu ego está bastante bien,” le reprendió Sadie y se acercó a la barra.
“Ven a tomar asiento Willow. Te prepararé algo de beber. ¿Por qué no le enseñas el back stage a Marcus Jax?”

Jax levantó las cejas hacia mí. Él sabía tan bien como yo, que ellas tenían que limar asperezas.  Volví la atención a Willow cuya mano había dejado de apretarme.

“¿Estás bien con esto? Me quedaré contigo si quieres,” le susurré al oído por si quería que me quedara.
Ella asintió con la cabeza y me besó en la mejilla.
“Estoy bien, Sadie no me pone nerviosa.”
Estúpido dios del rock. Apreté su mano y le di un beso en la boca antes de mirar a Jax muy contento.
“¿Estás listo?,” me preguntó.

Asentí con la cabeza y le seguí hasta la puerta. En el momento en el que entramos por la puerta apareció otro guardaespaldas y se puso detrás de nosotros. Estaba acostumbrado, había trabajado para él bastante tiempo.

“Aquí es donde nos damos la mano y firmamos una tregua,” dijo Jax mientras me abría la puerta y me conducía a una gran sala donde los miembros de la banda estaban descansando, bebiendo, riendo y hablando con las chicas que estaban alrededor.
“Supongo que sí.”
Una chica se acercó a nosotros con 2 botellas de agua en una bandeja. Jax tomó las 2, entregándome una a mí.
“Te puedo dar algo más fuerte si quieres. Yo no bebo antes de un concierto, Sadie se volvería loca.”
“No, esto está bien.”
“Ya no te fijas en Sadie, eso me gusta.”
Me reí.
“Yo puedo pelear.”
Jax sonrió y bebió un largo trago de agua.
“¿Estás enamorado ya?”
Pensé en su pregunta y me acordé de esta mañan.
“Sí, creo que podría ser. Ha sucedido muy rápido, pero es difícil de resistir.”
“Sé a lo que te refieres y te entiendo perfectamente.”
Supongo que lo hacía, al fin y al cabo él no era tan malo.
“Sadie está muy feliz por ti. Ella hablaba sin parar sobre Willow desde que la conoció. Sé lo dulce que eres con ella y cómo la miras como si no hubiera nadie más en la habitación. Todas esas cosas cursis.”
Eso me hizo reír.
“Espero que no te molestase demasiado. Soy cursi con otra mujer y tu chica está a salvo.”
Jax sonrió.
“Yo soy al que ella ama, no estaba preocupado.”
Estaba en lo cierto. Además ya no me importaba.


Willow

Me zumbaban los oídos cuando salimos del concierto, pero no disminuyó mi entusiasmo. Tenía mi primera camiseta de un concierto y me la había ganado. Agarré con fuerza la mano de Marcus cuando me subió a la camioneta. Lo observé mientras iba a su puerta.

“Bueno, ¿qué te ha parecido?”
“¡Me ha encantado! Gracias por traerme.”

Se inclinó y me besó con avidez, eso no me lo esperaba. Cuando terminó me mordió el labio inferior y me soltó. Yo estaba un poco sin aliento.

“Llevo 2 horas esperando para hacer esto,” explicó con su sonrisa sexy antes de arrancar el vehículo.
Guau, hoy no podía ir mejor. Eché mi cabeza hacia atrás y descansé mis ojos.
“Despierta bella durmiente, estamos en casa,” me susurró al oído Marcus.
Me había quedado durmiendo, quería haber estado hablando con Marcus. No habíamos podido hablar mucho hoy.
“Lo siento, me he dormido.”
“No te preocupes, te he podido ver dormir durante una hora. Me gustó.”
Él siempre me hacía sentir tan especial.
“Está bien, pero eso suena aburrido.”
Me mordió suavemente el lóbulo de la oreja y me susurró: “Confía en mí, no lo era.”
Me estremecí y su respiración se detuvo.
“Vamos para adentro,” su voz sonaba tensa.

Rápidamente me arrastré fuera de la camioneta. Si íbamos a continuar esto dentro estaba más que dispuesta. Marcus me agarró la mano tirando de mí a su lado y empezamos a andar hacia el apartamento.
Una vez dentro me dirigí a la nevera para coger un Jarrito, tenía sed. Abrí el cajón y me di cuenta de que no había más. Sólo una cerveza. Cage nunca cogía mis bebidas, pero ya no estaban. Él me estaba dejando ir. Una pequeña burbuja de miedo estaba brotando dentro de mí.
Cerré la nevera y me quedé mirando fijamente el acero inoxidable que había enfrente de mí. ¿Y si él seguía hacia adelante y me dejaba? ¿Qué pasaría cuando Marcus me dejase? Yo estaría sola. Cage era mi refugio. Mi corazón empezó a acelerarse y miré hacia la puerta de su habitación con pánico. ¿Dónde estaba? No me había enviado ningún mensaje para decirme lo que estaba haciendo o para ver cómo estaba.

“Low, ¿estás bien?” me preguntó Marcus.

Quería asentir con la cabeza, pero no podía. El pánico en mi pecho estaba aumentando. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido un ataque de ansiedad, pero estaba a punto de tener uno aquí y no había nada que pudiera detenerlo. Cage no se acordaba de mis Jarritos. Él me estaba dejando ir. Marcus no estaría ahí para siempre.

“Low, mírame,” Marcus me dio la vuelta para enfrentarme a él, pero no podía mirarlo a los ojos.
Me pierdo. Las respiraciones profundas, tenía que concentrarme en respirar profundamente.
“Low mírame por favor nena, mírame,” quería aliviar su preocupación, pero no pude.
Ahora tenía que respirar. Dentro y fuera, dentro y fuera, dentro y fuera.
“¿Qué demonios…? Low,” escuché la voz de Cage.
“Muévete,” ladró y quise detenerlo, pero él me cogió.
“Low olvídate. Vamos, ven a mí. Céntrate en mí Low y dime qué ha pasado.” La voz de Cage era dura.

Había estado conmigo otras veces cuando había tenido ataques de ansiedad. Él me ayudaba. Volví los ojos hacia él.

“Jarritos,” me atraganté y se me llenaron los ojos de lágrimas.
Me faltaba el aire y me concentré en mi respiración otra vez.
“Ah mierda, Low. Tengo más, mira en esta bolsa.”
Vi las botellas familiares a través de la bolsa de plástico. Había comprado más. Él no se iba. Yo estaba segura, no estaba sola. Asentí con la cabeza y di un profundo suspiro.
“Cay,” le respondí en un susurro.

La opresión del pecho se había aliviado un poco, pero podía sentir todavía la amenaza del ataque, esperándome.

“Ven aquí,” Cage me atrajo hacia él y el olor familiar me tranquilizó.
“Me di cuenta de que os habíais ido esta mañana. No te voy a dejar. ¿Me oyes? Estoy aquí.”
Asentí contra su pecho y oí que una puerta se cerraba. Marcus, oh dios. Él había visto cómo me perdía. Yo estaba abrazada a Cage, eso no estaba bien. Me retiré, miré por encima de mi hombro y efectivamente vi que Marcus se había ido.

“Se ha ido,” susurré y levanté los ojos para mirar a Cage.
“Probablemente se ha asustado. No es fácil ver lo que te pasa.” Asentí con la cabeza.
“¿Ha sido porque no tenías tus bebidas?”
Se me llenaron los ojos de lágrimas de nuevo y me encogí de hombros.
“La idea de que te fueses y me dejases sola.”

Él negó con la cabeza.

“Eso nunca va a suceder. Aunque las malditas bebidas mexicanas no estén y tarde un poco más en comprarlas no significa que te vaya a dejar. Nunca vas a estar sola Low, te lo juro. ¿Me has oído?”
“Sí.”
Él miró por encima del hombro.
“Él no ha sido a la calle, está en su habitación.”
“Gracias,” le extendí la mano y lo abracé.
Temía el tener que enfrentarme a Marcus.
“Te amo Low,” me susurró.
“Yo también,” le contesté y di un paso atrás.


Tenía que ir con Marcus y tratar con mi locura. Cage no podía hacer eso por mí, lo tenía que hacer yo.

2 comentarios:

  1. Holaaa.. al fin consigo este libro traducido. Excelente trabajo, espero que sigas con la traducción y que sea rapido. Gracias :)

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  2. Muchísimas gracias :)
    No te preocupes que como mucho para Septiembre habré terminado y si encuentro la tercera parte en inglés seguiré.

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