jueves, 30 de mayo de 2013

CAPÍTULO 5


Willow

El aire de la noche era frío. A pesar de que nuestro clima caluroso había desaparecido casi por las noches no había comenzado a calentar aún. Tomé una limpia y profunda bocanada de aire marino y paseé por la arena blanca, sin las botas. Yo podría haber resbalado con facilidad y sentía la arena entre los dedos de los pies.
Mi teléfono sonó en mi bolso y lo saqué. Era Cage.
"Ey," le dije sosteniendo el teléfono pegado entre la oreja y el hombro mientras caminaba por la playa hacia el apartamento.
"¿Dónde estás?"
Saber que Cage estaba en medio de relaciones sexuales y me daba cuenta de que no sabía dónde estaba esta noche.
"Estoy fuera de Live Bay, en la playa tomando un poco de aire fresco. Jackdown está tocando esta noche. "
"¿Quién está contigo?"
"Bueno, yo estaba con Preston, pero se fue con una chica y le dijo a Marcus que me llevase a casa. "
"¿Dónde está Marcus?"
"Dentro, bailando con una chica."
Hubo una pausa.
"¿Estás lista para irte?"

Lo estaba, pero sabía que Cage estaba en una cita y él quería ir corriendo a recogerme. Tenía un complejo de héroe cuando se trataba de mí. A menudo me preguntaba si era porque nadie nos salvó cuando éramos niños. Nadie salvó a su madre cuando su padrastro le pegaba. No era más que un niño, pero yo sabía que él se culpaba por no detenerlo.

"Estoy bien."
"No, no lo estás Low. Lo noto en tu voz. Algo está mal. Estaré ahí en cinco minutos."
"Cage no… "

Pero él ya había colgado. Oh, bueno. Sin duda, la chica se vendría. Siempre lo hacen, lo que me desconcertaba. Si un hombre se va mientras está conmigo para ir a ayudar a otra chica, no iría con él y saltaría después en la cama con él. Pero yo tampoco tenía sexo casual con un hombre extraño. Así que este era un punto discutible.
De vuelta a la calle, miré a las luces de Live Bay y pensé que acababa de llamar y dejar solo a Marcus en el bar. Aunque dudaba que se diera cuenta de que me había ido, ya que estaba muy ocupado con la rubia explosiva.

Marcus

Finalmente conseguí librarme de Jess. Quería bailar con Willow. Yo la observé brevemente cuando llegué y lo único que quería era estar cerca de ella y tocarla mientras se movía. Jess vino y me retrasó. Dewayne se sentó a la mesa con Rock y Trisha. Estaban riéndose y hablando, pero Willow no estaba. Miré hacia la barra, pero no pude verla entre la multitud.

“¿Dónde está Willow?”
“¿Qué? ¿No hay amor para mí primero?” Se burló Rock riéndose.

Me giré hacia Dewayne. Él se echó hacia atrás mientras me miraba.
“¿Dónde está Willow?” Le pregunté específicamente a él.
“Se fue a tomar un poco de aire fresco hace un rato.”
Oh no.
“¿Hace cuánto tiempo?”
Dewayne parecía estar disfrutando con mi frustración. Cogió un cigarrillo, se lo puso en los labios y cuando dio la primera calada me respondió:
“Desde que te fuiste con Jess.”

Volví la cabeza cuando mi teléfono empezó a sonar. Esperaba que no fuera Amanda con otra crisis referente a mi madre. Eso era lo último que necesitaba. Yo había hecho algunos avances con Willow, hasta que Jess me obligó a ir con ella a la pista de baile.

“Hola”, dije presionando el teléfono cerca mi oreja cuando salía afuera.
“Tengo a mi chica, me la llevo a casa. En caso de que te acordaras de ella y de que tenías que llevarla a casa y no pudieras encontrarla, quería que lo supieras.”
Cage había venido a buscar a Willow. ¡Mierda!
“¿Por qué, qué le pasa? ¿Está bien?”
Ella había llamado a Cage para que viniera a por ella y él había venido a rescatarla. ¿Dónde había estado yo? Bailando. Perfecto, simplemente perfecto.
“Ella estaba cansada y quería irse a la cama. No quería molestarte a ti y a tu chica. Todo está bien, estoy con ella.”

La llamada se cortó. ¿Mi chica? Jess no era mi chica. Quiero decir que yo había estado con ella en el pasado. Era la prima caliente de Rock, pero nunca había sido nada serio.
Me puse de pie en el parking y miré a los coches. Willow tenía un gran caparazón a su alrededor, yo quería deshacerme de ellos. Quería que ella confiara en mí y me dejase entrar, pero me había dejado en el suelo y se había ido con Cage. Había habido interés en sus ojos esta noche, yo lo había visto. Yo quería gritar en voz alta el avance que había hecho, pero Jess se había presentado y todo se había ido al traste.


Rock dijo que ella estaba pasando por un mal momento ahora mismo. Todo lo que había hecho era para animar a una vieja amiga, nada más. Pero Willow…a ella le había parecido mucho más. Yo la había dejado y Cage había venido a por ella. ¿Quién hubiera dicho que sería difícil competir contra Cage por ser el hombre más digno de confianza?
“¿La has encontrado?” Me preguntó Trisha cuando volví a la mesa. Necesitaba otra copa, necesitaba whisky.
“Cage la recogió.”
Dewayne se rio y le lancé una mirada de advertencia. No necesitaba oír sus tonterías en este momento. Él siempre decía demasiado. Esta noche, quería que mantuviese sus opiniones al margen.
“Jooooooooo, Krit quería volver a verla.”
Volví mi mirada furiosa hacia Trisha quien sonreía como si supiera un secreto muy gracioso.
“Eh Hardy, no mires a mi mujer así. Guarda tus gruñidos furiosos para alguien más”, la advertencia de Rock no era broma, él hablaba en serio. Me pasé la mano por el pelo y gruñí mirando hacia la puerta, deseando salir desesperadamente de allí.
“Ella te tiene enamorado. Ya era hora. Sadie White te hizo mucho mal. Me alegro de verte otra vez ilusionado con otra chica.”
No había ninguna razón para negar la observación de Dewayne. Ellos eran mis mejores amigos y me conocían mejor que nadie, mentirles no tenía sentido.
“¿Por qué ella tiene que irse con él siempre? ¡No lo entiendo!”
Trisha dejó su bebida y se inclinó hacia adelante mirándome directamente.
“Porque él es su refugio. Cage se preocupa sólo por una cosa en este mundo y es por Low. Él ha estado luchando sus batallas y arreglando sus problemas desde que eran niños. Todos vivíamos en la misma calle y me acuerdo cuando los veía. Siempre me fascinaba cómo Cage York actuaba como un adolescente enamorado con ella. Cuando a ella le pasaba algo él siempre estaba ahí. Si tú la quieres, entonces buena suerte. Porque cada vez que tú no estés, yo te aseguro que Cage sí estará. Ella sabe de sobra que le puede llamar cuando sea. A ella no le importa que él le ame tanto. Cuando se trata de amor incondicional es muy difícil competir con Cage.”
Me acerqué y tomé un largo trago de cerveza de Dewayne. Trisha tenía razón. ¿Cómo podía competir con eso? ¿Quería competir?


Willow
Cage cerró la puerta detrás de nosotros y tiró las llaves encima de la mesa.
“Compré más Jarrito hoy. Coge uno mientras yo me ducho.”

Cage sabía la obsesión que tenía sobre el olor, el sexo y el whisky a los que siempre olía después de sus citas. Quería decirle que no se preocupase por eso, que yo estaba bien, pero necesitaba un rato a solas. Así que asentí y me dirigí a la nevera. Cage besó la parte superior de mi cabeza y se fue al baño.

“Voy a frotarme bien, te lo prometo,” gritó mientras cerraba la puerta.

Me reí en voz baja y empecé a andar hacia su dormitorio, cuando el sofá me llamó la atención. Me acordé de cuando me acurruqué con Marcus y desperté en su regazo. Me gustó estar ahí. Se quedó sentado durante horas sólo para que siguiese durmiendo en su regazo. Nadie más que Cage había hecho eso por mí. Sonriendo tomé un trago de mi bebida.
Marcus era un buen tipo, un chico sexy, un chico divertido. Mis mejillas se pusieron rojas ante la idea de que Dewayne le hubiera dicho a Marcus lo que él sospechaba. Estaba celosa. Me gustaba muchísimo Marcus, pero era vergonzoso.
Mi teléfono sonó avisándome de que tenía un mensaje de texto, era de Trisha.

“¿Estás bien y en casa?” Yo le contesté rápidamente: “Sí. Gracias.”
“Te echamos de menos.”

¿Quién me echa de menos? ¿Marcus o ella? Seguramente Dewayne no había discutido con los demás o esperaba que no.
Metí el teléfono en mi bolsillo y me levanté. La ducha había parado y yo quería ducharme también. El humo del cigarrillo de Dewayne se había pegado a mi pelo y a mi ropa. Estaba cansada y lista para irme a dormir.

********

Me desperté antes que nadie y recogí la ropa de Cage y la mía que estaban sucias y me dirigí a la planta baja para empezar a lavarlas. Cage se había metido en la cama conmigo y nos habíamos dormido sin hablarnos mucho. Él no se levantó y se fue en toda la noche, lo que significaba que se quedó por una razón. Hoy tenía que haber un partido. Y su uniforme estaba sucio, al igual que toda mi ropa y la mayoría de sus vaqueros. Añadí cloro al agua y eché su sucio uniforme.
Por suerte, había 3 lavadoras y secadoras y las 3 estaban vacías. Muchos de los apartamentos tenían las suyas propias y era muy raro que alguien usase estas. Así la ropa se lavaría mucho más rápido.
Una vez que las 3 lavadoras estaban en marcha, sonó mi teléfono. Lo saqué del bolsillo y vi que era Tawny. Nunca me llamaba y cuando lo hacía era para algo malo.

“Hola.”
“¿Dónde estás?”
“En casa de Cage.”
“Qué raro. Escucha, necesito que hagas de niñera esta noche. Tengo una cita. Larissa está preguntando por ti. Si te quedas con ella, te puedes quedar esta noche aquí. Probablemente no vuelva hasta por la mañana.”
“Tengo trabajo Tawny.”
“Mierda. Bueno, si tengo que pagar a una niñera tú no puedes venir aquí en toda la semana.”
“Yo no estaba pensando en volver.”
“¿Al final, te has ido a vivir con Cage? Eres igual que mamá.”
“No Tawny, TÚ eres igual que mamá. Yo sigo siendo virgen y tú tienes un hijo y no tienes marido. Esas son las matemáticas, hermana.
“Lo que sea. Adiós.”

La llamada terminó. Me ponía enferma de pensar que Larissa se quedaría toda la noche con una niñera. No sabía a quién iba a contratar Tawny. Yo marqué el número de nuevo.

“¿Qué?”
“Después del trabajo voy y me quedo toda la noche, no hace falta que busques una niñera para toda la noche.”

Hubo una breve pausa.

“Está bien, está bien. ¿A qué hora le digo a la niñera que estás aquí?”
“Tengo turno doble, pero buscare a alguien para que se cambie conmigo para que yo pueda salir a las 11. Así que dile que estaré allí a las 11:30, ya que me tengo que ir andando.”
“Está bien.” Y colgó de nuevo.

Si no fuera por mi sobrina, dudo que siguiera hablando con mi hermana. No había ningún tipo de amor entre nosotras y yo no sabía por qué. Cuando éramos pequeñas, yo intentaba ganarme su aprobación, pero nada de lo que hacía le gustaba. Era como si al nacer hubiera arruinado su vida.
¿A quién estaba engañando? Mi madre actuaba de la misma manera. Mi nacimiento no había sido motivo de celebración para nadie de mi familia. Algunos días me imaginaba que subía en un autobús y me iba del pueblo. Aquellos recuerdos no eran muy buenos, al menos la mayoría. Podía meter mi vida en una maleta, y a la única persona a la que echaría de menos sería a Cage. Bueno y a Larissa antes de saber que yo existía. Empezar de nuevo en otro sitio era tan tentador… Finalmente Cage tendría sentido común después de irme. Él sería libre y no tendría la necesidad de protegerme. Me gustaría hacer nuevos amigos. Tal vez encontrar un trabajo decente y terminar mi educación.

“¿Pensamientos profundos?” La voz de Marcus me sorprendió y sacudí mi mirada desde el suelo de cemento para mirar a sus ojos verdes somnolientos.
“Ey, ¿qué haces aquí tan temprano?”
Se encogió de hombros y se sentó en una cesta de ropa sucia que había en el suelo a su lado.
“Bueno, yo pensé hacer la colada antes de desayunar, para tener algo de ropa limpia. Pero parece que todas las lavadoras están usadas”, su tono era de broma.
“Oops, lo siento por eso. Pensaba que nadie las iba a necesitar tan temprano.”
“Eso es lo mismo que pensé yo.”

Dejé escapar una pequeña risa y jugueteé con los pulgares mientras mis manos caían nerviosamente sobre mi regazo. ¿Él sabía que yo había corrido como una idiota celosa anoche?

“Por lo tanto, me dejaste solo anoche.” Su tono no decía nada. Me puse el pelo detrás de la oreja.
“Um, sí, lo siento. Estaba cansada y necesitaba un poco de aire.”
Él no respondió de inmediato e intenté que mi respiración volviera a la normalidad, porque mi corazón estaba yendo demasiado rápido.
“Te hubiera llevado a casa si me hubieras dicho que te querías ir.”
Porque él era un chico de los buenos.
“Te estabas divirtiendo. Tus amigos te echaban de menos, yo no quería arruinarte la noche. Cage vino a por mí, así que todo salió bien.”
Apareció una pequeña mueca en sus labios y volví mis ojos hacia el suelo de cemento.
“Yo estaba disfrutando de tu compañía también, yo tenía ganas de llevarte a casa.”
Bueno, ahora mi corazón estaba saltando. ¿Marcus Hardy había insinuado que estaba molesto porque anoche no pudo llevarme a casa?
“Oh,” le respondí. ¿Por qué había dicho eso?

La primera lavadora se paró y me levanté de un salto, y me hice la ocupada mientras ponía la ropa en la secadora.
“La lavadora está libre,” anuncié devolviéndole la sonrisa. Se puso de pie y en lugar de esperarme, se movió y se sentó contra la lavadora. Levanté mis ojos para decir “perdona”, pero la mirada caliente de sus ojos me detuvo, y un pequeño gemido salió de mi boca.
“No creo que me esté explicando muy bien Low”, él había bajado la voz y el efecto me puso la piel de gallina por todo el cuerpo.
“Yo sólo estaba interesado en una persona en ese bar anoche. Yo sólo fui a ver a una persona,” él me puso un mechón de pelo detrás de la oreja y suavemente me la acarició, antes de trazar la línea de mi mandíbula.
“Yo estaba allí para ti.”
El susurro ronco de su voz me hizo difícil tomar una respiración profunda.
“Oh”, le susurré.
Él se rio y bajó la cabeza hasta que sus labios se cernían sobre los míos.
“¡Oh! Ah, bueno, yo, uh” la voz femenina rompió el hechizo y Marcus cerró los ojos con fuerza y maldijo.

Se enderezó y se volvió para mirar a quien había entrado en la habitación. Yo no podía ver por encima de su espalda y la forma en que me mantenía acorralada parecía que no quería que el intruso me viera.

“¿Sadie?” Pude notar la confusión y la sorpresa en su voz.
“Uh, Marcus. Lo siento mucho. Iba a tu apartamento cuando vi que la parte de atrás estaba abierta y vi tu cabeza por la ventana y entré, pensaba que no había nadie más.”
“No, está bien. ¿Qué haces aquí?
Marcus estaba bastante tenso, algo pasaba aquí. ¿Quién era Sadie?
“Es Amanda. Ella se quedó a dormir en mi casa anoche. La llevé a casa esta mañana y tu mamá estaba bien… de todos modos, ella esta fuera y se encuentra mal. Yo no sabía qué hacer.”
El sonido de la voz musical de la chica no estaba ayudándome a imaginar. Ella tenía un efecto extraño sobre Marcus.
“No, hiciste lo correcto. Ya voy.”
Escuché cómo se cerraba la puerta y Marcus dejó escapar un suspiro de derrota.
“Tengo que ir a ver cómo está.”
“Por supuesto que sí.”

Me fui a la otra lavadora que se había detenido y me puse a sacar la ropa. Me miró como si estuviera a punto de decir algo más, pero en vez de eso negó con la cabeza y salió de la habitación y se olvidó de su ropa sucia. Yo tenía que poner las otras 2 secadoras.

De pie en la lavandería sin Marcus, de repente me sentí fría y solitaria. Casi me había besado. Había venido a verme anoche, pero Sadie había aparecido. Ella le afectó. ¿Por qué? Jess, Sadie… había muchas chicas en su vida. Al igual que Cage. Negué con la cabeza y me despejé los pensamientos. Necesitaba terminar y prepararme para el trabajo.

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